Dos años y medio de prisión por compartir memes en un grupo familiar
El opositor cubano José Manuel Barreiro Rouco fue condenado, por el Tribunal Municipal de Cienfuegos, a dos y medio de cárcel por compartir memes considerados ofensivos contra autoridades del régimen.
Actualizado: Thu, 09/19/2024 - 07:01
El opositor cubano José Manuel Barreiro Rouco fue condenado, por el Tribunal Municipal de Cienfuegos, a dos y medio de cárcel por compartir memes considerados ofensivos contra autoridades del régimen.
Según la sentencia, Barreiro Rouco fue declarado culpable de "realizar acciones denigrantes y ofensivas que afectan el honor y la integridad de figuras relevantes de la Revolución Cubana", incluyendo al dictador Miguel Díaz-Canel.
El juicio fue celebrado este lunes y a sentencia se hará firme en 10 días.
De acuerdo con Martí Noticias, los memes fueron publicados en un grupo privado de mensajería familiar.
“Eso era un WhatsApp familiar y ellos [ los investigadores policiales] lo supieron después que decomisaron el teléfono. Los memes no son públicos, los memes fueron intercambiados entre hermanos, primos, familias, tíos”, informó a ese medio Juan Alberto De la Nuez, presidente del independiente Movimiento Ciudadano Reflexión y Reconciliación.
La defensa argumentó que se trataba de comunicaciones privadas sin intención de difusión pública.
Barreiro Rouco, de 52 años y barbero de profesión, permaneció seis meses en prisión preventiva antes de que se le concediera arresto domiciliario durante el proceso judicial.
Sobre este caso, que evidencia la violación constante de régimen cubano a la libertad de expresión, el periodista e investigador José Raúl Gallego dijo en Facebook que la dictadura cubana es uno de “los experimentos sociales más represivos y extremistas del mundo”.
Apuntó que lo sucedido a Barreiro Rouco no es una “excepción” sino a norma del régimen.
“No hay que ir hasta Irán, Corea del Norte, Afganistán ni a ningún lado para ejemplificar lo que significa vivir en violación flagrante de los derechos humanos más básicos. Basta con buscar en nuestra propia existencia cotidiana, tan vejada y maniatada que hemos llegado al punto de naturalizar las violaciones y asombrarnos con lo que sucede en Irán, Corea del Norte y Afganistán pero no ver lo que nos sucede a diario a nosotros mismos” sostuvo.
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