Alertan sobre peligros para presos políticos de la prisión de Quivicán
La policía política ha negociado con presos comunes para que estos amenacen y golpeen a los reos juzgados por motivos políticos.
Actualizado: Tue, 08/01/2023 - 12:49
La vida de los presos políticos del 11J Maikel Puig Bergolla, Juan Enrique Pérez Sánchez, Aníbal Yasiel Palau Jacinto, Duniesky Ruiz y Roberto Pérez Fonseca corre peligro dentro de la prisión de Quivicán, en Artemisa, según denunció el activista Albert Fonse en Twitter.
🚨Urgente🚨
— Albert Fonse 💪🇨🇦🇨🇺 (@albertfonse11j) July 31, 2023
Los presos políticos Maikel Puig Bergolla, Juan Enrique Pérez Sánchez, Aníbal Yasiel Palau Jacinto, Duniesky Ruiz y mi hermano @RobertoPerez11J está corriendo peligro sus vidas.
La seguridad del estado está utilizando a través de los guardias militares de la prision,… pic.twitter.com/gX033DRo2n
De acuerdo con Fonse, la policía política ha negociado con presos comunes para que estos amenacen y golpeen a los reos juzgados por motivos políticos.
“Este pequeño grupo de presos de conciencia no ceden en su firmeza, no aceptan campamento, ni han podido ser amedrentados con sus torturas físicas y psicológicas”, escribió junto a un video en esa red social.
El activista, radicado en Canadá, hizo responsable a la dictadura cubana de la integridad física de los prisioneros.
También la activista Saily Núñez ha denunciado en las últimas semanas agresiones contra su esposo Maikel Puig.
🚨Urgente🚨
— Albert Fonse 💪🇨🇦🇨🇺 (@albertfonse11j) July 31, 2023
La mambisa @saily_nunez denuncia con más detalles todo lo que está ocurriendo dentro de la prision de Quivican.
La vida de los presos políticos firmes y en especial la de su esposo Maikel Puig corre peligro eminente.#CubaDeLuto#LibertadParaLosPresosPolìticos https://t.co/LeULvEiNMh pic.twitter.com/JV2NMy9rPb
En una misiva Puig le contó a su esposa que continúan los problemas con los presos comunes y con varios guardias de la prisión, por lo que la vida suya y de otros manifestantes del 11 de julio de 2021 está en riesgo.
Puig fue condenado a 12 años de prisión solamente por observar las manifestaciones pacíficas. Las autoridades lo acusaron de los presuntos delitos de desorden público, desacato, instigación a delinquir y asesinato en grado de tentativa.
Fue detenido el 12 de julio, un día después de las protestas, y se encuentra recluido en la prisión de máxima seguridad de Quivicán, en Mayabeque.