Cenesex visita a personas trans presas, pero no menciona a Brenda Díaz

El oficialista Centro Nacional de Educación Sexual (Cenesex), dirigido por Mariela Castro Espín, informó el lunes en sus redes sociales que visitó a 30 personas trans en estado de reclusión, aunque no especificó en cuál penal.

La institución, sin embargo, no mencionó el caso de Brenda Díaz, una mujer trans prisionera política, condenada a 14 años de cárcel por manifestarse pacíficamente el 11 de julio de 2021.

Ana Mary García, madre de Brenda, habló por vía telefónica con su hija el lunes y esta no le dijo nada sobre la visita, por lo que se desconoce la prisión a la que fueron las autoridades del Cenesex.

"Se realizó conversatorio con 30 personas trans en estado de reclusión y principales oficiales del centro", escribió el Cenesex en su Twitter oficial.

De acuerdo con este escueto tuit -una parte del contenido fue borrado-, Cenesex dijo que, junto a Transcuba, asesoran a autoridades del sistema penitenciario en la modificación del reglamento interno de personas reclusas, acorde a las leyes aprobadas en el país, posiblemente en referencia al Código de las Familias.

Brenda Díaz se encuentra recluida en la cárcel Panamá, ubicada en la provincia de Mayabeque, donde desde hace más de un año recibe malos tratos por parte de las autoridades penitenciarias debido a su identidad de género.

A finales de octubre de 2022 Díaz fue agredida por un guardia del penal, quien la empujó escaleras abajo, lo que le causó daños en las costillas.

"Tengo mucha rabia, pues a mi hija Brenda un guardia de la prisión la lanzó por las escaleras y tiene un golpe en las costillas y eso nadie lo paga; solo porque ella le reclamó que no le faltara el respeto", escribió en redes sociales su madre, Ana Mary García.

También en julio pasado su madre denunció en Facebook que Brenda presentaba un delicado estado de salud y las autoridades de la prisión demoraron su asistencia médica.

"Le reclama al guardia y este le contestó que él la llevaba a la hora que le daba la gana y tuvo que aguantar la fiebre hasta las 11 de la noche porque ya los medicamentos que le llevé se le terminaron. Por dios ¿hasta cuándo? Se están muriendo dentro de ese infierno. Libertad para mi hija ¡ya!", exigió entonces la madre cubana.