Comunista italiana residente en Cuba exige productos de la libreta de racionamiento

Ida Garberi, una italiana residente en Cuba que labora en los medios de propaganda del Partido Comunista, se quejó en redes sociales de no poder comprar este mes algunos productos vendidos por el Estado cubano a través de la libreta de racionamiento.

“Siempre tuve mi libreta de abastecimiento, en diciembre compré sin problema el módulo para los núcleos familiares, no pude alcanzar el detergente, pero me explicaron que en el mes de enero me darían los faltantes”, relató en un post público de Facebook.

Pero Garberi dijo haberse llevado una “sorpresa”, pues “en la compra de enero, que como sea fue el sábado 4 de febrero (?) no estaba en el listado [de quienes podían comprar] y me enviaron a mi Oficoda [Oficina del Registro de Consumidores] para saber porque (sic)”.

Según cuenta, el lunes 6 de febrero le dijeron en la Oficoda “que pensaban que los extranjeros no tienen derecho a las compras”.

Garberi, quien antes de asentarse en la isla era veterinaria, se desempeña como editora de la página en italiano de los medios oficiales Prensa Latina y Cubadebate. Lleva 20 años como “residente permanente” en Cuba, afirma, pero ello no ha sido suficiente para que respeten su “derecho” a lo que vende de forma racionada el régimen del Partido Comunista.

Ahora, la comunicadora se queja porque “3 790 pesos mensuales” de sueldo no son suficientes para “comprar todo en el mercado negro”. Garberi explicó a los funcionarios “que estaban pisoteando la Constitución cubana y me respondieron con malas ganas que (…) ya todo estaba arreglado, porque se habían dado cuenta del error”.

Sin embargo, según la ciudadana italiana, que reside en el municipio Plaza de la Revolución, “nada estaba arreglado y además empezó el peloteo de los burócratas para despistarme”. Garberi tildó a “algunos dirigentes cubanos” de ser “tan xenófobos”.

La escasez generalizada en Cuba ha dado mayor importancia en los últimos años a la libreta de racionamiento, un documento vigente desde 1962 que se utiliza para controlar quién compra determinados productos subsidiados por las autoridades, o que faltan en las tiendas desabastecidas.

A finales del pasado enero, autoridades de las estatales Tiendas Caribe, afirmaron que controlarían que en las libretas para no existieran “fallecidos, presos o residentes en el exterior” registrados, con vistas a la venta de los llamados “módulos”.

Yamilé Álvarez Trejo, jefa del departamento comercial de Tiendas Caribe, aseguró al medio oficialista Cubadebate que, junto a la dirección de Comercio de la capital cubana, revisaron el registro de consumidores para confirmar el “número real” de personas en un núcleo.