Nace el #MeToo cubano: "No están solas"

El movimiento #MeToo cubano nació oficialmente el martes 25 de abril para acompañar a mujeres de la isla, posibles víctimas y sobrevivientes de violencia de género, informó la plataforma en redes sociales.

"Conscientes de que donde quiera que hubo una persona víctima de violencia sexual acompañada por otras hubo un #MeToo, nace este espacio seguro autogestionado por mujeres y personas LGBTIQ+ víctimas, sobrevivientes y denunciantes de violencia sexual en Cuba, que pueden disponer o no de acompañamiento especializado, ante la ausencia de apoyos institucionales al respecto", señala el comunicado. 

En la página del #MeToo cubano en Facebook se explica lo que motivó la reciente creación oficial de este movimiento: en las últimas semanas se ha avivado el #MeToo mundial con las nuevas acusaciones por violencia sexual contra el actor francés Gérard Depardieu y el sociólogo portugués Boaventura de Sousa Santos, ambos  "vinculados al régimen cubano y que mantienen relaciones con instituciones culturales" de la isla.  

"No están solas", es el mensaje que envían desde esta plataforma a las mujeres víctimas de la violencia de género. 

El movimiento cubano hizo un llamado al Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC), el Museo Nacional de Bellas Artes, Centro de Investigación y Desarrollo de la Música Cubana (CIDMUC), la oficina del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (Clacso) en Cuba- y al gobierno de La Habana, a pronunciarse "en los términos adecuados" sobre las acusaciones contra Depardieu y Sousa Santos, y brindar apoyo a las posibles denunciantes.

En declaraciones a ADN Cuba, la organización explicó que, aunque en los últimos años han trascendido denuncias públicas contra personalidades cubanas, otras aún permanecen en las sombras y deben visibilizarse. "Quisimos juntarnos para propiciar un espacio seguro y autosostenible para mujeres y personas LGBTIQ+, de las que no tenemos reportes públicos", explicaron.

Sobre el surgimiento de la iniciativa en el contexto cubano, señalaron además que en la isla "el debate sobre la violencia sexual es aún limitado, también sobre las otras formas de violencia machista. Están naturalizadas. Nosotras queremos generar recursos también para la prevención, que ojalá lleguen a cada rincón del archipiélago. Cuando hablamos entre nosotras, la mayoría ha sufrido este tipo de violencia a lo largo de nuestras vidas. Cuando se hace público, descubrimos una cadena de impunidad que va desde amigxs hasta instituciones del Estado". 

"Queremos hablar de impunidad y punitivismo como respuesta extrema y abrir el diálogo sobre la importancia de la justicia restaurativa. De que no hay menos violencia porque el agresor esté en nuestros afectos o porque la persona afectada no sea reconocida socialmente. No podemos suplir al Estado, su ausencia de leyes justas, de educación en sexualidades con perspectiva de género, con su violencia política cada vez más brutal contra el activismo feminista. Pero podemos presionarlo para que responda ante las demandas de sobrevivientes denunciantes sin revictimizaciones", puntualizaron. 

La organización del #MeeToo cubano también aseguró: "Podemos acompañar a educadores, medios de comunicación y periodistas -independientes y no- a contar estas historias también sin revictimizar. Y sobre todo a personas sobrevivientes a transitar el camino de la mano".

Las manifestaciones públicas más conocidas del #MeToo cubano comenzaron en 2013, cuando un grupo de mujeres se pronunció contra el escritor y opositor cubano Ángel Santiesteban por acusaciones de violencia de género. Santiesteban fue condenado a cinco años de prisión por agredir a su exesposa.

También en 2019 trascendió una denuncia de la cantante Danielis Alfonso, "La Diosa", contra el músico José Luis Cortés "El Tosco", director de la agrupación "NG la Banda".

La Diosa declaró entonces a ADN Cuba que mientras formaba parte del grupo NG la Banda sufrió por 15 años supuestos abusos físicos, psicológicos y sexuales cometidos por su expareja, José Luis Cortés.

Años después, a finales de 2021, salieron a la luz denuncias por abusos sexuales contra el trovador Fernando Bécquer, cercano al régimen cubano.

Inicialmente, cinco mujeres contaron su experiencia con Bécquer a la revista El Estornudo, pero el caso en su contra escaló hasta llegar a ser más de 30 las denunciantes. 

Tras un juicio en el que el cantante fue condenado a cinco años de limitación de libertad en octubre de 2022, este anunció que apelaría.