Madre de bebé fallecido en La Habana: “Era mucho medicamento en sangre, su corazoncito no aguantó”

El bebé Dylan Mateo, fallecido en la madrugada del 23 de marzo, recibió varias dosis de medicamentos en el Hospital Pediátrico San Miguel del Padrón, conocido como “La Balear”, según cuenta su familia.

Su madre, Daniela Rivero, habló en exclusiva con ADN Cuba y contó lo sucedido en esa institución hospitalaria cubana desde que llegaran con el bebé en la tarde del 22 de marzo.

“El niño se complicó de una manera que nadie sabe, ellos [los médicos] no tuvieron una explicación para darnos de por qué el niño había hecho eso ni por qué había fallecido”, dijo la joven madre.

Rivero se encontraba en casa con el niño cuando este comenzó a llorar y su piel se tornó morada. Al llegar al hospital, ya el bebé había recuperado su coloración natural, pero quisieron verificar su estado.
Una doctora les explicó que no había estado cianótico, sino que el cambio de coloración obedecía a haber llorado mucho.

“Le pusieron un poquito de oxígeno porque el niño estaba un poco fatigado, cuando le ponen el oxígeno la doctora nos dice que por el niño ser un lactante teníamos que dejarlo ingresado en la sala con oxígeno y observación, por si se complicaba y le tenían que poner otro medicamento”, dijo la joven.

Le administraron oxígeno e incluso lo alimentaron, pero otra doctora dijo que estaba muy agitado. La madre sostiene que desde el nacimiento Dylan respiraba de esa forma porque había nacido con un estrechamiento de la vena aorta.

La médico sugiere ponerle aerosol y una dosis de Metilprednisolona, a lo que el bebé reacciona con fatiga y una agitación aún mayor en la respiración.

Más tarde le administran dos aerosoles más y otras dos dosis de Metilprednisolona, la última en la sala de terapia, donde continuaron observándolo.

Sobre las 10:00 p.m., el bebé debía ser alimentado, pero no pudo beber leche porque le costaba respirar, entonces “el niño en un momento se pone morado y ellos lo reaniman, cambia de color, pero empezó a mirar fijo y le dijimos a los doctores. El niño estaba sudando y lo llevan para la enfermería”, comenta Rivero.

Durante casi dos horas los padres estuvieron sin  información del estado de su bebé. Ante sus preguntas, no recibían respuesta.

Más tarde, una enfermera les informó que habían tenido que “ventilarlo” porque tenía mucha flema y leche, y había hecho una broncoaspiración al tomar la leche.

“Nosotros no le dimos ninguna leche al niño, nunca la llegó a tomar. En enfermería se llevaron el pomo de leche del niño y cuando lo devolvieron le faltaba una onza, habrá tomado leche con ellos”, asegura. Incluso le hicieron una placa y el bebé nunca tuvo leche en los pulmones, afirma la madre.

Los familiares fueron a casa a buscar lo necesario para la estancia en el hospital, desde donde fueron llamados con urgencia casi de inmediato. Al regresar, les comunican que el bebé está en estado crítico pero estable, y que habían tenido que ventilarlo nuevamente.

Poco después, el bebé hizo un paro cardiorespiratorio y falleció. Según Rivero, estas fueron las palabras de la doctora:

“Hicimos todo lo posible, hasta le pusimos un toque de Aminofilina”.

Al referirse a las dosis de medicinas que recibió Dylan, Rivero dijo que “Al ponerle tres dosis de Metilprednisolona y tres aerosoles, el niño ya tenía el corazoncito débil, no tenía fuerza para respirar por sí solo, era mucho medicamento en sangre y ya al ponerle el toque de Aminofilina no aguantó, su corazoncito no aguantó más”.

En 15 días, los padres deben recoger los resultados de un examen para verificar las causas de la muerte del niño.

Varias historias sobre muertes de bebés asociadas a  mala praxis médica han sido expuestas por madres y padres en redes sociales. En enero de 2023, diez recién nacidos fallecieron en el hospital materno de La Habana.