Régimen culpa a “agresiones externas” de la suspensión del censo poblacional

El vicejefe de la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI) cubana, Juan Carlos Alfonso, culpó a "agresiones externas" de la suspensión del censo poblacional que tenían previsto realizar desde 2022.

En declaraciones a la agencia española EFE, Alfonso dijo que se debe a las "agresiones externas", supuestamente de EE. UU., y también a “los problemas internos”.

“Inicialmente pensábamos este año como posibilidad de hacer el censo, porque es una necesidad, porque llevamos doce años sin censo (…). Estamos trabajando para en este año 2024 hacer el registro previo del censo y ver la posibilidad real, a partir de las disponibilidades del país, de hacerlo en 2025. Es un propósito hacerlo en 2025”, agregó el funcionario del régimen.

El directivo de la ONEI también reconoció que ha caído en la isla el Índice de Pobreza Multidimensional (IPM), un indicador de la ONU que incluye educación, salud y nivel de vida.

“Hay informaciones que están y se utilizan para la toma de decisiones. No están públicas”, señaló Alfonso.

Ya en 2022 el oficialismo había suspendido dicho censo, planificado para el mes de septiembre de ese año.

Las causas por las cuales se suspendió la operación de levantamiento de información sociodemográfica, según el régimen, fueron entonces “un atraso provocado por la pandemia de la COVID-19 y el recrudecimiento del bloqueo económico del Gobierno de EE. UU., que limitó disponer de los recursos para esta tarea”.

Al decir de Diego Enrique González Galbán, director del Centro de Estudios de Población y Desarrollo (Cepde) de la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI), para realizar un censo se necesita como mínimo un trabajo previo de dos años, 40 000 tablets -de los cuales se habían recibido 1 400 por concepto de donación de organizaciones colaborativas-, y la contratación de una fuerza de trabajo de 40 000 profesionales.