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El castrismo sitúa a Ramiro Valdés al frente de programa para recuperar el sistema eléctrico nacional

El anuncio lo hizo el primer ministro, Manuel Marrero Cruz, durante el Cuarto Período Ordinario de Sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular

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Ramiro valdés al frente del sistema eléctrico
VOA | Ramiro Valdés Menéndez

Actualizado: December 20, 2024 11:08am

El gobierno cubano ha designado a Ramiro Valdés Menéndez, una de las figuras más controversiales del castrismo, y, a la vez, uno de los represores más sanguinarios, del que el régimen ha echado mano cada vez que ha necesitado a un "hombre duro" capaz de inspirar temor, como el encargado de liderar un programa especial para la supuesta "estabilización y recuperación del sistema eléctrico nacional".

El anuncio lo hizo el primer ministro Manuel Marrero Cruz durante el Cuarto Período Ordinario de Sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular, ante la urgencia con que el régimen busca soluciones a un problema que ha erosionado tanto la economía como la calidad de vida de la población.

A Ramiro Valdés, de 91 años, apodado por unos como "Charco de sangre" y por otros como "El carnicero de Artemisa", que ha ocupado múltiples cargos de alto rango en el gobierno, se la ha encomendado implementar medidas que puedan mitigar los constantes apagones y estabilizar el sistema energético de la isla.

La crisis energética, provocada por una infraestructura obsoleta, la falta de inversiones y recursos y la desastrosa gestión  de una economía planificada y centralizada en el control estatal, ha llevado al colapso casi total del sistema eléctrico. Los apagones, que han sido prolongados y frecuentes, no solo afectan a los hogares cubanos, sino también a sectores clave como la industria, la agricultura y el turismo, profundizando el malestar social.

El programa anunciado por Marrero incluye el mantenimiento y recuperación de la generación distribuida, que busca recuperar 850 MW de capacidad en la generación distribuida, complementado con la generación en las termoeléctricas que utilizan combustible nacional, con el objetivo de alcanzar una disponibilidad promedio de 1,400 MW. También el Impulso a la energía renovable, con la expansión de la capacidad de generación mediante parques solares fotovoltaicos, para agregar 500 MW de capacidad fotovoltaica para mediados de 2025, con una proyección de 1,800 MW para finales del año. Este proyecto se beneficiará de un donativo chino que incluye 120 MW en paneles solares, cuyos primeros 35 MW llegarán a principios del próximo año. Igualmente el programa busca el uso eficiente de recursos para captar divisas mediante acuerdos de pago con producción nacional de crudo y níquel, reafirmando el control estatal sobre el sector energético. Y además, incrementar el salario en el sector eléctrico, para motivar y retener al personal técnico, a partir del 1 de enero de 2025.

 Aunque el gobierno ha reafirmado que no privatizará la generación de energía, las críticas apuntan a la falta de resultados en la gestión estatal. La apuesta por las energías renovables, en especial la solar, podría marcar un punto de inflexión en la matriz energética cubana, pero dependerá de la capacidad para superar obstáculos financieros, logísticos y técnicos.