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Madre de menor enfermo denuncia indiferencia institucional

Tras el paso del huracán Oscar, a la madre y a su hijo, diagnosticado con Sicklemia-Beta talasemia, les construyeron una casa de madera con tejas negras que no se adecua a las condiciones en que deben vivir pacientes con esta enfermedad

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Leticia y el niño están viviendo en una facilidad temporal que no reúne las condiciones para la salud del menor
Fotomontaje ADN Cuba | Leticia y el niño están viviendo en una facilidad temporal que no reúne las condiciones para la salud del menor

Actualizado: January 2, 2025 10:47am

La cubana Leticia Quiala Milhet, residente en Baracoa, Guantánamo, lleva años esperando una solución por parte del régimen cubano a su situación de vivienda y mejoras para las condiciones de vida de su hijo de cinco años. El menor está diagnosticado con una enfermedad hereditaria que afecta la producción de hemoglobina en los glóbulos rojos y que requiere de un entorno habitable adecuado para evitar complicaciones. 

Con el paso del huracán Oscar, en octubre pasado, la vivienda donde viven ella y el menor sufrió nuevas afectaciones y se inundó. Las autoridades solo le construyeron en noviembre una “facilidad temporal”, como a muchas de las personas con derrumbes totales luego del ciclón, y le dieron un colchón para el menor.

Quiala Milhet refirió a ADN Cuba que los funcionarios del gobierno local se apropiaron de las donaciones destinadas a los damnificados, como televisores, refrigeradores y ventiladores. “Repartieron a dos o tres personas, pero las otras cosas se las cogieron ellos”, dijo.

“Mi casa está en zona baja y al pasar el ciclón se inundó y se me echó a perder todo, desde colchones hasta la ropa, el televisor del niño, todo, perdí el techo total y el Gobierno me hizo una facilidad temporal para que esperara hasta que me llegaran los materiales a ver qué se puede hacer”, contó a nuestra redacción.

De acuerdo con la madre, la construcción que se hace con las facilidades temporales es de tejas negras, tanto para techos como para paredes. Ante la situación del menor, ella exigió que solo pusieran estas tejas en el techo y que el resto de la casa, que es muy pequeña, la construyeran con madera.

“Ya después que me hicieron la facilidad temporal habían quedado con que iban a hacer rápido una vivienda, porque es que el niño no puede estar en estas condiciones. Esto es un lugar bajo, húmedo, cuando llueve el agua se mete en la casa. Y hasta ahora, nada de respuesta”, informó.

Pero es que las autoridades de Guantánamo ya le habían prometido una casa nueva a esta madre antes de que finalizara 2024.

En 2023, durante una visita del dictador Miguel Díaz-Canel, Quiala Milhet entregó una carta a uno de sus guardaespaldas donde solicitaba mejoras en su situación habitacional, una dieta de verduras y frutas para su hijo y ser considerada madre cuidadora, como expone el certificado médico del menor.

Certificado Médico del menor de abril de 2024
Certificado médico del menor de abril de 2024

La respuesta a sus demandas llegó el 15 de mayo de 2024. El Consejo de la Administración Municipal de Baracoa (CAM) admitió que “las condiciones de vivienda son desfavorables con filtraciones en el techo, lo que no es favorable para el buen desarrollo del niño”.

El menor fue diagnosticado con una Sicklemia-beta talasemia, una enfermedad genética que afecta la hemoglobina de la sangre que exige  condiciones de vida diferentes a las actuales.

Las personas con estos padecimientos precisan atención hematológica especializada, ser medicadas con Hydroxyurea y una dieta balanceada con abundancia de ácido fólico. También deben estar vacunadas contra la influenza y el neumococo.

El menor recibe ácido fólico, pero nunca ha sido tratado con Hydroxyurea. Tampoco ha sido vacunado, porque su condición médica no lo ha permitido.

De acuerdo con el doctor Lucio Enríquez Nodarse, fundador del Gremio Médico Cubano Libre, “los niños con Sicklemia son propensos a las infecciones y deben vivir en zonas con condiciones óptimas para que no tengan infecciones respiratorias”.

Respuesta oficial del 15 de mayo de 2024
En la respuesta oficial a las demandas de la madre, las autoridades admiten que la vivienda no cuenta con las condiciones necesarias.

Luego de su queja, Quiala Milhet fue visitada en días diferentes por los jefes de Atención a la Población del Partido Comunista, por el Gobierno, especialistas de Vivienda, Trabajo, Educación y por la Oficina de Atención a la Población del Consejo de la Administración del municipio.

“Le orientamos que usted se encuentra incluida dentro de los casos propuestos para la entrega de una vivienda de las que se van a construir en el asentamiento de Mabujabo, previstas a concluir este año 2024”, se lee en el documento.

Sin embargo, la madre no ha tenido noticias sobre la anunciada vivienda. Recuérdese que en 2024 Cuba incumplió su plan de construcción de casas. El Programa de la Vivienda en el país tenía planificados unas 8331 inmuebles, pero aún faltan 3461 por hacer.

A inicios de mayo de 2024, tras intensas lluvias, la madre asistió nuevamente al Gobierno y le comunicaron que lo único que podían hacer era ubicarla en el Centro Asistido del Toa, pero no estuvo de acuerdo, ya que esa es una zona militar donde evacuaron a otros residentes, pero “ahí no hay condiciones, un baño colectivo, sin agua o corriente”, aclaró Quiala Milhet.

Aunque el régimen confirmó la enfermedad del menor, a ella le negaron la condición de madre cuidadora.

De acuerdo con el documento entregado por el CAM, tras el seguimiento hecho por el área de Salud y el Programa Materno Infantil, “la dirección de Trabajo planteó que no procedía porque según lo establecido en la ley no tiene discapacidad alguna”.

“No procede ser madre cuidadora según lo solicitado por la promovente, pues de acuerdo con lo establecido en el decreto 25 modificativo del 283, el otorgamiento de esta protección se determina cuando existen enfermedades que generan discapacidad oncológica, mentales, cardiovasculares severas, insuficiencia renal en etapa de hemodiálisis donde la discapacidad suele ser irreversible y permanente”, explica el texto.

Respuesta Oficial página 3
Las autoridades han negado la condición de madre cuidadora a Quiala Milhet

Actualmente, Quiala Milhet cobra una pensión de 2623 pesos cubanos al mes, con la cual intenta sobrevivir ,en medio de la inflación que vive el país, en el que el salario mínimo es de 2100 pesos.

Según el documento, este incentivo sería retirado cuando el menor cumpliese cinco años, fecha a la que arribó el pasado 25 de diciembre, “pues se incorpora a la enseñanza primaria, es decir, al seminternado, ya que el niño fue diagnosticado por Salud Pública para hacer vida normal”.

Quiala Milhet era maestra, pero, tras el nacimiento del menor, dejó de trabajar para atenderlo y ha pedido ayuda desde entonces. Además, el niño tiene anemia crónica y crisis frecuentes, por las que necesita estar hospitalizado o medicado en casa.

“Esta enfermedad no tiene cura, por lo que no lleva tratamiento, cada [vez] que hace crisis lo que se le pone es hidratación y mucho líquido vía oral, para hidratarlo hay que canalizarlo y nunca hay troker o mochita para estos casos ni para ninguno, teniendo conocimiento yo de que todas las semanas entra al almacén este tipo de instrumental”, comentó.

Ella ha optado por atenderlo en casa porque en los centros hospitalarios “no hay medicinas, y la enfermedad lleva solo analgésico y observación”, indicó.

Por otro lado, el documento elaborado por las autoridades refiere que la madre puede adquirir la dieta de vegetales y frutas en la “Placita de la Cubana, cita en la Playa detrás del centro escolar”, pero hasta ahora no ha recibido la dieta.

Leticia Quiala Milhet ha ido al establecimiento y le han dicho que es privado y que “ellos no tienen que vender nada por dieta”.

Las condiciones habitacionales de Leticia y su hijo no son únicas en Guantánamo. Desde el paso del huracán Matthew en 2016, cientos de familias siguen viviendo en estructuras temporales debido a la lentitud en la reconstrucción de viviendas. 

Tras el huracán Oscar, en octubre pasado, más de 13 mil viviendas fueron afectadas. El proceso de entrega de ayuda ha sido lento y ha estado marcado por denuncias sobre las donaciones. Cuba ha recibido millones de dólares luego de los huracanes de octubre y noviembre de 2024 y los sismos.

En Maisí, por ejemplo, el régimen ha vendido colchones destinados a donación, que deberían ser gratuitos. Los precios han oscilado entre los 735 y los 1865 pesos cubanos.


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