Gobierno cubano provoca derrumbe de producción de carne de cerdo y acaba con el lechón de la noche buena
Entre 2017 y 2023, la producción de carne de cerdo se desplomó de 200,000 toneladas a tan solo 13,300 toneladas, y el precio hoy oscila entre 650 y 700 pesos
Actualizado: December 17, 2024 11:09pm
El lechón asado estará fuera de la mesa de la mayoría de los cubanos durante las celebraciones navideñas, debido a la crisis de la producción porcina en Cuba. Según un reportaje de Martí Noticias en los últimos cinco años, la producción de carne de cerdo ha caído más del 85 % de su producción.
Entre 2017 y 2023, la producción de carne de cerdo se desplomó de 200,000 toneladas a tan solo 13,300 toneladas, marcando un mínimo histórico según datos revelados en el programa televisivo estatal Mesa Redonda.
En 2020 una libra de carne de cerdo costaba entre 40 y 50 pesos cubanos, pero hoy oscila entre 650 y 700 pesos, equivalentes a un tercio del salario mínimo en Cuba que es de unos 2,100 pesos mensuales. Para la mayoría de los hogares, adquirir carne de cerdo se ha convertido en un lujo inaccesible.
El colapso del sector porcino tiene múltiples causas: el incumplimiento contractual del Estado cubano con los productores privados para facilitar los insumos básicos como pienso y medicamentos; el arresto de criadores importantes y la salida del país de muchos de ellos.
En Holguín, los más exitosos criadores privados de Mayarí fueron blanco de operativos policiales y regulatorios. “Les cayeron con la policía e inspectores, acusándolos de todo tipo de delitos.
La crisis actual pone en evidencia las fallas estructurales del sistema de producción porcina en Cuba, que durante años ha dependido de un modelo centralizado incapaz de garantizar recursos esenciales. La falta de pienso, el deterioro de las infraestructuras y las severas regulaciones estatales han generado un ambiente hostil para los productores, que ven pocas opciones para sobrevivir en el mercado.
Más allá de las cifras, la crisis porcina afecta el tejido social y cultural del país. El lechón asado, símbolo de unidad y celebración en las festividades cubanas, será reemplazado este año por alternativas más asequibles, como pollo, pescado o incluso arroz y frijoles.
Las soluciones deben pasar por una reforma profunda del modelo estatal, que incluya garantías para los productores privados, inversiones en infraestructura y un enfoque más flexible y descentralizado. Sin estas medidas, el país corre el riesgo de perder no solo una industria vital, sino también una parte esencial de su identidad cultural.
Mientras tanto, los cubanos se preparan para una Nochebuena sin lechón, pero con la esperanza de que las tradiciones que han resistido siglos encuentren formas de adaptarse y sobrevivir, incluso en tiempos de crisis.