Cosas de la Bienal de La Habana: "Deseos tachados y una nube de madera vigilada por el régimen"
Tras pedir libertad para los presos políticos de la isla, los deseos del artista visual fueron tachados de la pieza de arte
Actualizado: November 29, 2024 2:56pm
Una escultura de unos ocho metros de alto y casi diez de diámetro titulada "Nube de madera", del artista alemán Martin Steinert, permanece expuesta como parte de la oficialista Bienal de La Habana, el evento de artes visuales más grande de Cuba. Como en años anteriores, esta edición se celebra en medio de la polémica, por la crisis política, económica y social que vive el país.
Según los medios del régimen, la pieza, de estadía efímera, busca el diálogo y la interacción con los cubanos desde su emplazamiento en una de las plazas históricas de La Habana Vieja. En ella puedes escribir "pensamientos, ideas y deseos", según reza un pequeño solapín plastificado atado con un cordel rojo a una de las tablas.
"Mi aporte a la Bienal", había escrito en su muro de Instagram este jueves el artista gráfico cubano Yulier Rodríguez, junto a una serie de fotografías de la obra intervenida de Steinert. Los mensajes del graffitero habanero estaban claros, con color azul, sobre las maderas de la pieza: "Libertad para los presos políticos", se leía en uno de ellos.
El artista visual pidió también en sus textos libertad para Luis Manuel Otero Alcántara, José Daniel Ferrer y para Maikel Osorbo -todos encarcelados y sentenciados por el régimen cubano-, de acuerdo a las imágenes que posteó Rodríguez en sus redes sociales.
Menos de 24 horas después, Yulier P., como muchos lo conocen por su firma en obras de arte urbano que completan los muros de la ciudad caribeña en señal de protesta, ha hecho una denuncia a través de la misma plataforma: "Parece que mis deseos son los únicos que deben ser tachados en la obra de Steinert".
En fotos de la obra de arte que ocupa el centro del casco histórico de la capital, aparecen los mensajes en azul, que piden libertad para los presos políticos, tachados con pintura negra, y otras palabras garabateadas encima hasta hacer ilegibles las letras de Yulier.
"Siempre han usado estas acciones para limpiar su imagen. Usan a un artista reconocido con un obra supuestamente crítica y entonces queda como que ellos son abiertos con el diálogo crítico. Pero cuando vas a otro nivel más frontal y político aparece la censura. O sea, el arte puede ser abierto y cuestionador solo bajo su control y solo hasta el nivel que les convenga para limpiar su imagen de represores. Nunca puede pasar los límites de la expresión espontánea de la realidad política del país y sus responsables", comentó Rodríguez en exclusiva para ADN Cuba tras los hechos recientes.
Decenas de usuarios de las redes sociales han compartido imágenes de esta obra, al parecer, una de las más llamativas del evento, organizado por el Centro de Arte Contemporáneo Wifredo Lam.
Disminuida en su participación, este 2024 la celebración de la Bienal ha sido calificada por algunos sectores de la comunidad artística cubana como un acto cínico de la dictadura castrista para "proyectar una imagen de estabilidad cultural ante el mundo", mientras reprime voces críticas y desvía la atención internacional respecto a la violación de los derechos humanos en la isla.
La obra, que se ha publicitado a los transeúntes como "un espacio donde puedes escribir tu más profundo deseo en la madera", pues solo así estará completa, especificando que será "sin censura", se ha convertido en un espacio para contar algunas de las desgracias que viven hoy los cubanos.
"Libertad para los cubanos", "Que Cuba vuelva a reír, vuelva a ser un país ideal", "Que 2025 sea de la libertad y la felicidad para todos los cubanos", "Salud", "Que el salario me dé para vivir" y “Mi viaje", son algunos de los mensajes que alcanzan a leerse entre un centenar de tablas que conforman la especie de nido "creativo".
"Nube de madera" es una estructura con forma de capullo de flor, construida a mano y casi sin ayuda en algo menos de tres semanas, con cerca de 1.800 metros de listones y bloques de madera, explicó a EFE Steinert días atrás.
"La Bienal de La Habana siempre ha sido un mecanismo, una herramienta del régimen para limpiar su imagen sobre la carencia de libertad de expresión y la libertad artística en la isla. Para muchos no es un secreto que desde el triunfo de los Castro la política anticultural que ha tenido la dictadura ha sido siempre severa, y de muchas formas violenta, acosadora, y la Bienal ha tratado de enmascarar, de un modo u otro, esa naturaleza represora de ellos", expresó Yulier P. a nuestro medio hace poco más de una semana, sobre el evento de artes visuales.
Yulier P. anotó, además, que "en el contexto de miseria, precariedad, caos, pobreza y de hambre que sufre hoy el pueblo cubano, hacer una Bienal, demuestra nuevamente que el régimen se preocupa más por su imagen política, financiando este tipo de propaganda, que de los problemas que realmente debería (...) La Bienal de La Habana es otra ofensa y demuestra la falta de empatía del gobierno castrista hacia su ciudadanía".
Rodríguez fue uno de los creadores cubanos que se opuso públicamente a la Bienal de arte del régimen cubano.
Mientras, por un lado, los comisarios del evento de artes plásticas más relevante de la isla caribeña hablan de inclusión regional, diferencias y diálogos entre creadores de múltiples corrientes de pensamientos, por el otro, hacen lo posible porque se ignore la propuesta artística de Luis Manuel Otero Alcántara desde la cárcel, que invita a los participantes de la Bienal a visitarlo a su celda, en la prisión de Guanajay.
Precisamente, el artista visual y activista cívico cubano, prisionero político desde 2021 en las cárceles del régimen, fue distinguido el pasado 19 de septiembre en Noruega con el Premio Rafto de Derechos Humanos en virtud de "su valiente oposición al autoritarismo a través del arte".