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“Soy fulgor de la patria mía”: Maykel Osorbo rapea desde la prisión

El audio fue grabado en una de las llamadas telefónicas que le permitieron al reo. En él sintetiza su resistencia al régimen y su esperanza en los cubanos que lo apoyan desde fuera de la cárcel

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La revista Rolling Stone hace un llamado a no olvidar al rapero cubano Maykel Osorbo

Actualizado: Tue, 08/01/2023 - 10:27

El preso político y rapero cubano Maykel Castillo Pérez, conocido artísticamente como "El Osorbo", envío un mensaje rapeando desde la prisión del 5 y medio, en la provincia de Pinar del Río.

La activista Anamely Ramos publicó en Facebook un video con el audio y aclaró que esto demuestra que “Maykel está fuerte. Como tantas veces ha dicho, la música cambió su vida. Hemos decidido que al menos la mayoría de las veces que Maykel hable, lo haga rapeando. Resistir. Esa es la idea. No morirse. Ni literalmente, ni en vida”.

El audio fue grabado en una de las llamadas telefónicas que le permitieron al reo. En él sintetiza su resistencia al régimen y su esperanza en los cubanos que lo apoyan desde fuera de la cárcel.

Entre las frases que vocalizó el rapero se encuentran: “Yo soy el que no esperaban, aquel que surgió del barrio, tesitura conceptual y arte bien contestatario”, “Soy mambí, soy del monte, siempre firme en mi cantera. Soy como el titán de bronce, pólvora con más candela” y “Soy la razón de mi gente, aunque me cueste la vida”.

Hace semanas el artista decidió coserse la boca y tatuarse "Patria y Vida" en un antebrazo en señal de protesta por las arbitrariedades que se cometen con él.

La salud de Osorbo ha empeorado considerablemente y todavía no le han proporcionado un diagnóstico claro sobre su condición. La situación del preso político se deterioró aún más cuando fue trasladado a una nueva compañía y se le instaló una cámara de seguridad en su celda bajo la falsa acusación de que Maykel y sus compañeros estaban planeando un motín. 

El régimen ha reprimido a Maykel dentro de la prisión de diferentes maneras: confinándolo en celdas de castigo, con largos períodos de incomunicación, restricciones a sus visitas y negativas a brindarle atención médica adecuada.

También ha sido amenazado por presos comunes y visitado por agentes de seguridad del Estado.

Maykel Osorbo fue sentenciado a nueve años de cárcel, tras un juicio que duró dos días, en mayo de 2022.