Adversarios extranjeros podrían estar detrás de Síndrome de La Habana, revela nuevo informe
"He descubierto que hay evidencia confiable que sugiere que algunos Incidentes de Salud Anómalos son obra de adversarios extranjeros”, declaró el presidente del Subcomité, Rick Crawford
Actualizado: December 6, 2024 1:44pm
Un informe provisional divulgado este jueves por el Comité Permanente Selecto de Inteligencia de la Cámara de Representantes de Estados Unidos señaló que un actor extranjero podría estar detrás del llamado síndrome de La Habana, que afectó la salud de diplomáticos estadounidenses.
"He descubierto que hay evidencia confiable que sugiere que algunos Incidentes de Salud Anómalos (AHIs, por su sigla en inglés) son obra de adversarios extranjeros”, declaró el presidente del Subcomité, Rick Crawford.
El reporte retoma una evaluación previa realizada por la Comunidad de Inteligencia de Estados Unidos (ICA, por su sigla en inglés) y remarca la necesidad de un estudio más profundo de esta problemática, que comenzó en 2016 en La Habana.
De acuerdo con el informe, es "cada vez más probable que un adversario extranjero esté detrás de algunos AHIs. También se expone que encontraron “pruebas de que la ICA carecía de integridad analítica y era muy irregular en su formulación”.
“La investigación del Subcomité ha descubierto información que ilustra los problemas con la creación, revisión y publicación de la ICA. Algunos de estos problemas pueden incluir una prisa por transmitir un consenso entre elementos de la comunidad de inteligencia en un esfuerzo por controlar la narrativa”, añade el texto.
En las conclusiones del reporte del Subcomité se señala, además, que en Estados Unidos no existen sistemas eficaces de atención médica, especialmente de cuidados a largo plazo, para los empleados del gobierno que sean personal no militar.
"Rara vez estas personas tienen opciones de atención a largo plazo disponibles para militares y exmilitares. En el caso de los AHIs, esto ha dado como resultado que los oficiales de inteligencia heridos tengan que buscar evaluaciones y tratamientos médicos complejos por su cuenta, y luego autofinanciar esta costosa atención. Si bien algunos de los afectados han logrado recibir apoyo federal para atención médica continua, incluida, entre otras, la compensación para trabajadores, se han identificado brechas significativas que han dejado a algunos con necesidad de atención por lesiones recibidas mientras servían al país", indicaron.
La recomendación que hace el informe es que la próxima Administración Trump, que asume el poder en enero de 2025, "dé prioridad a la recopilación de datos sobre amenazas a la salud y sus efectos sobre el personal".
Sobre esta última investigación, la Oficina del Director de Inteligencia Nacional le dijo al periódico Miami Herald que la comunidad de inteligencia “no está de acuerdo con muchas de las conclusiones provisionales del informe”.
“La mayoría de las agencias de inteligencia evalúan que es muy poco probable que un adversario extranjero sea responsable de los [incidentes] reportados y la afirmación de que estamos reteniendo información que contradice este análisis o que de otra manera iluminaría este tema complejo es infundada”, agregaron
Según declaró el politólogo e historiador Juan Antonio Blanco a ADN Cuba, a su parecer, es imposible que el Ministerio del Interior (Minint) del régimen cubano no estuviera enterado de estos incidentes desde el inicio. "Todas las residencias y los diplomáticos tienen vigilancia permanente y cualquier cosa anormal que suceda allí, ellos lo saben instantáneamente".
Blanco maneja la hipótesis de que podrían haber introducido en las viviendas un instrumento de escucha y que desconocían los daños colaterales que tendría, pero que, a pesar de ello, no suspendieron su uso.
"El hecho de que eso haya continuado significa que fue deliberado y totalmente cruel. Ahí hubo niños afectados y personas que han quedado invalidadas de realizar una labor normal a nivel profesional. Eso es un acto de guerra, según instrumentos internacionales", señaló el experto.
Los miembros del Subcomité continúan trabajando para entregar un “informe sustancial y altamente clasificado” sobre este tema.
El grupo de legisladores estadounidenses lleva tiempo trabajando en este informe. Un exfuncionario afectado, quien prefirió mantener el anonimato, aseguró a ADN América en febrero anterior que él y otras víctimas han brindado testimonios ante el Comité en los últimos dos meses, aportando sus perspectivas sobre esta inquietante dolencia.
Paralelamente, dos legisladores del Comité de Inteligencia, el republicano Brad Wenstrup y la demócrata Abigail D. Spanberger, presentaron recientemente un proyecto de ley que exige al Secretario de Defensa informar a los comités de Servicios Armados del Senado y la Cámara sobre el personal del Departamento de Defensa afectado por los denominados "incidentes anómalos de salud", término utilizado por el gobierno para referirse a los eventos relacionados con el Síndrome de La Habana.
Las enfermedades afectaron inicialmente al personal estadounidense de la embajada en La Habana entre 2016 y 2017. El personal y algunos de sus parientes se quejaron de síntomas que iban desde mareo, pérdida de equilibrio, sordera y ansiedad hasta algo que describieron como “bruma cognitiva”.