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La Habana: más de la mitad de los ómnibus no funcionan en la capital cubana

Según el oficialismo, los habaneros esperan hasta cuatro horas en las paradas por algún transporte estatal

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Transporte en La Habana
Archivo | Transporte en La Habana

Actualizado: Tue, 03/05/2024 - 08:31

Yunier de la Rosa Hernández, director general de Transporte de La Habana, informó que más de la mitad de los ómnibus que deben prestar servicios en la capital cubana están sin funcionar por “diversas razones”.

Según el medio de propaganda comunista, el diario Granma, la capital solo tiene disponibles en estos momentos 252 guaguas de las 561 que existen para la explotación.

Rosa Hernández añadió que, debido a estas “complejidades”, los residentes en la capital cubana tienen que esperar hasta cuatro horas en las paradas de ómnibus para trasladarse a sus centros laborales u hogares.

Desde la oficialidad reconocen que, ante este panorama, los habaneros han tenido que acudir a la transportación privada, que actualmente cuenta con más de 4 000 trabajadores con licencia.

También se confirmó la crisis del transporte marítimo en la capital. Las autoridades reconocieron los problemas con las lanchitas de Regla, que trasladan pasajeros de un lado a otro de la bahía capitalina. Cinco de las seis embarcaciones siguen sin prestar servicio por “problemas técnicos”.

Actualmente, opera diariamente solo una lanchita, que realiza 30 viajes diarios, pero no puede cubrir la demanda de esta ruta marítima.

El servicio de transporte marítimo en la Bahía de La Habana conecta tres puntos clave: el Emboque de Regla, el Muelle de Luz y Casablanca. Sin embargo, en los últimos años, esta importante conexión ha enfrentado numerosas dificultades.

Mientras tanto, en el resto de las provincias cubanas la situación es igual o más crítica que en La Habana.

Luis Ladrón de Guevara, director de Transportación de Pasajeros del Ministerio de Transporte del régimen, precisó que existen “limitaciones con la asignación y disponibilidad de combustible” y que esto trae “serias consecuencias” al transporte estatal.

“Las rutas que pudieron mantenerse solamente prestaban servicio en apertura y cierre; es decir, un viaje en la mañana y otro en la tarde (…) Hay comunidades en todas las provincias que no tienen servicios estatales, y otras que lo reciben una vez a la semana o cada 15 días, lo que provocó que la población tenga que acudir, necesariamente, a los transportistas no estatales como única alternativa”, añadió.

 


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