“Fuerte” aumento en exportaciones de carne de pollo de EEUU a Cuba

La compra de carne de pollo a Estados Unidos, principal proveedor de ese alimento a Cuba, aumentó en enero último al punto de superar el mayor nivel de toneladas alcanzado en 2022, según datos revelados por el Doctor en Economía Pedro Monreal.

De acuerdo con el experto cubano, “el año 2023 arrancó 'fuerte' para las exportaciones de carne de pollo estadounidense a Cuba, alcanzando en enero de 2023 el mayor nivel de toneladas exportadas desde febrero de 2022”.

Monreal, asesor de la Unesco, explicó que “se produjo un aumento mensual de 11 % en las toneladas”, según los datos oficiales del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos cotejados por el economista. Además, el precio de la mercancía bajó.

“El valor de las exportaciones mensuales de pollo de EE. UU. a Cuba en enero de 2023 se redujo sustancialmente en un 18 % respecto a diciembre de 2022, representando la compra de una mayor cantidad de toneladas de pollo con un menor desembolso de divisas”, agregó Monreal en un hilo de Twitter.

Por otra parte, el valor del kilogramo de pollo estadounidense exportado a Cuba en enero de 2023 fue de 0,93 dólares, mientras que en diciembre era de 1,26 dólares, “una notable disminución que revierte la tendencia general del año 2022. Habrá que esperar para confirmar si fue una interrupción temporal de la tendencia”, terminó el experto.

Aunque las noticias podrían parecer alentadoras para las familias cubanas, que sufren una prolongada escasez de alimentos, en los comentarios a las publicaciones de Pedro Monreal varios usuarios manifestaron que no hubo ninguna mejoría en el abastecimiento.

“Realmente no se ve ese pollo profe. Asumo que va para el turismo en buena parte”, afirmó el internauta identificado en Twitter como “A guy called Pete” (@peter21cuba).

“¿Y si el pollo es más barato (0.96 enero vs 1.26 diciembre) por qué lo venden más caro? ¡Ladrones!”, criticó el usuario @a_salc2.

En opinión de Francisco Paz, “la verdadera noticia es que [las autoridades cubanas] compran el pollo con dinero público y después lo venden en tiendas online privadas de sus testaferros en divisas. Mientras el pueblo [está] pasando hambre y haciendo colas para comprar pollo racionado. Es un acto criminal”.

Prácticamente la única opción que tienen las familias cubanas para alimentarse con carne es comprando pollo, importado sobre todo desde Estados Unidos, a pesar del embargo. Las sanciones norteamericanas al régimen de la isla tienen una excepción que permite la venta de alimentos y medicinas a Cuba con una licencia del Departamento del Tesoro.

Según datos divulgados recientemente por la Embajada de EE. UU. en La Habana, durante nueve meses de 2022 se exportaron a Cuba productos alimenticios por un valor de 227 millones, en su mayoría carne de pollo (210 millones de dólares).

A finales de febrero, la delegación diplomática informó que durante el pasado año el gobierno de Estados Unidos autorizó el envío de “ayuda humanitaria” a Cuba por el valor de 7 600 millones de dólares.

Por otra parte, el economista Pedro Monreal ha alertado sobre la “inseguridad alimentaria” en que están sumidos los habitantes de la isla debido a las políticas económicas del régimen comunista.

“La estadística oficial cubana confirma la continuación de una estructura muy deformada de la inversión, con servicios empresariales, inmobiliaria y alquiler (incluye turismo) mayor que la inversión combinada en industria, agricultura, y suministro de electricidad, gas y agua”, manifestó el experto a finales de noviembre de 2022.

Entre enero y septiembre de 2022, según los datos de la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI), en el sector de “Servicios empresariales, actividad inmobiliaria y de alquiler” se invirtieron 15 832,7 millones de pesos cubanos, mientras que en “Agricultura, ganadería y silvicultura” apenas se invirtieron poco más de 1218 millones.

De acuerdo con Monreal, “es preocupante que, en medio de una situación de inseguridad alimentaria, el peso relativo de la inversión agropecuaria se mantenga estancado a un nivel muy bajo de 2,6%, 13 veces menor que el peso relativo de la inversión en servicios empresariales e inmobiliaria (33,5%)”.