Exponen identidad de presunto represor del régimen cubano con fachada diplomática en Venezuela

La Fundación para los Derechos Humanos en Cuba (FHRC, en inglés) expuso a Damián Cordero Torres como un presunto “represor violento” que habría utilizado su fachada diplomática para cumplir misiones de inteligencia para el Ministerio del Interior cubano (Minint).

La organización incorporó a su base de datos “Represores Cubanos” una extensa ficha de Cordero Torres, quien se presenta como funcionario del Ministerio de Relaciones Exteriores (Minrex), y es acusado por esta ONG debido a su presunta relación con hechos de “golpizas y abuso físico”, “persecución por motivos políticos” y de “asesoramiento y participación en represión”.

De acuerdo con la FHRC, el supuesto funcionario del Minrex, con domicilio legal en La Habana, es en realidad un “teniente coronel de la Inteligencia cubana” que tenía una fachada civil y diplomática en la ciudad venezolana de Valencia, en el estado Carabobo, durante las protestas contra el régimen de Nicolás Maduro entre los meses de abril a julio de 2017.

“Cordero Torres tenía cobertura diplomática como Cónsul General de Cuba en ese estado”, explica la FHRC. En ese territorio, según el Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVCS), durante los 4 meses de manifestaciones se registraron acciones violentas de grupos paramilitares contra cientos de protestas.

Varios reportes en la prensa oficial de Cuba y Venezuela confirman que Cordero Torres, en su papel de cónsul cubano en Valencia, tenía una estrecha relación con las autoridades locales.

Por su parte, la Fundación para los Derechos Humanos en Cuba denunció que “oficiales de inteligencia y contrainteligencia castristas asesoraron y participaron en la represión de las protestas de 2014 y 2017 en Venezuela, impartiendo instrucciones a la Guardia Nacional Bolivariana, la Policía Nacional Bolivariana y los grupos paramilitares conocidos como 'colectivos'”.

La participación de militares cubanos en asesorar a la dictadura de Venezuela fue confirmada a finales de 2022 por una misión del Consejo de Derechos Humanos que visitó ese país en años anteriores y encontró “crímenes de lesa humanidad”. El informe recoge que exfuncionarios de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim) de Venezuela dijeron a la misión de la ONU que agentes del Estado cubano han instruido, asesorado y participado en actividades de inteligencia y contrainteligencia con fuerzas del chavismo.

En declaraciones a ADN Cuba, el investigador de la FHRC Luis Domínguez reafirma que Damián Cordero es un “represor” y lo relaciona con las represalias del chavismo contra sus opositores en 2017.

“Él estuvo en Venezuela desde 2017 hasta finales del año pasado. Lo he seguido por años. En el 2017 en las manifestaciones en Valencia, Venezuela, murieron muchísimas personas, y el siendo jefe Centro [de la inteligencia cubana] ahí estuvo implicado”, asegura Domínguez.

La ONG venezolana OVCS asegura que Carabobo ocupó el tercer lugar compartido con Táchira en muertos durante las protestas con 21 fallecidos.

Damián Cordero Torres no se limitó a sus labores diplomáticas y a sus presuntas acciones de inteligencia. En registros de exportaciones de Venezuela a Cuba aparece que envió a la isla hornos de microondas y también aires acondicionados, refrigeradores y bicicletas.

Según la Fundación, Damián Cordero Torres es un exoficial de la Dirección de Inteligencia Militar (DIM). Se graduó de “Periodismo Internacional” en la Universidad Lomonosov, de la antigua Unión Soviética, por lo que domina el idioma ruso.

En los años 90 sirvió en Cuba en varios organismos de inteligencia de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) y del Minint. También “cumplió misión en la ex república soviética de Georgia como parte de los oficiales de la DIM que por dos años consecutivos fueron enviados a la región”.

Posteriormente cursó estudios en el Instituto Superior de Relaciones Internacionales (ISRI), de La Habana. Según la FHRC, en su primera misión de inteligencia para el Departamento M-I (Estados Unidos y Canadá) con cobertura diplomática fue segundo secretario de la Sección de Intereses de Cuba en Washington, D.C.

Su aparición como “diplomático” en los Estados Unidos quedó registrada en un documento oficial de la 27ª Conferencia Sanitaria Panamericana, de la Organización Panamericana de la Salud (octubre de 2007) y en documentos del Departamento de Estado norteamericano.