Cuba: un fin de semana en la oscuridad en buena parte de la isla

La crisis eléctrica en Cuba continúa golpeando a la población, con cortes de luz que superan los 1,600 megavatios (MW) de afectación y localidades del occidente que llevan más de 10 días sin servicio. Mientras tanto, las autoridades aseguran que trabajan para restablecer el suministro, pero el descontento crece entre los ciudadanos, quienes expresan su frustración a través de protestas y cacerolazos en diversas regiones del país.

El último reporte de la estatal Unión Eléctrica (UNE) confirmó que el sábado se vivió otra jornada de afectaciones severas por déficit de generación eléctrica, con cortes que abarcaron las 24 horas. Según la entidad, a las 18:20 horas se alcanzó el punto crítico, cuando la demanda superó en más de 1,600 MW la capacidad disponible.

El panorama no parece mejorar a corto plazo. Varias unidades en al menos siete termoeléctricas permanecen fuera de servicio debido a averías o mantenimiento. A esto se suma la inoperatividad de 49 centrales de generación distribuida, afectadas por la falta de combustible. La UNE pronosticó para este domingo un déficit adicional de más de 1,400 MW durante las horas de mayor demanda, lo que augura otra jornada de interrupciones continuas.

La desesperación de los cubanos queda plasmada en las redes sociales, donde usuarios como Gema González critican el estado del sistema eléctrico. "Aquí todas las termoeléctricas tienen algo diferente, así que nos espera otro día de tortura", escribió en su cuenta de Facebook.

Desde San José de Las Lajas, Alexis Manso Díaz añadió un comentario cargado de escepticismo: "Llevamos varios años ya, y el futuro promete, por la tendencia que se ha ido teniendo, a peor. Pese a las noticias de aliento que nos quieran dar, la realidad es otra".

En Sancti Spíritus, Yorlandy Pérez se sumó al coro de críticas: "Esto es un método de tortura sistemático, y lo mejor del caso es que no hay solución".

Aunque las autoridades atribuyen las interrupciones a recientes desastres naturales, como dos huracanes y dos sismos, el problema energético en Cuba es anterior y estructural. En octubre pasado, el gobierno decretó una emergencia energética luego del colapso del Sistema Eléctrico Nacional (SEN). Aunque la reconexión fue anunciada pocos días después, el sistema volvió a fallar tras el paso del huracán Rafael en noviembre, dejando al país sumido nuevamente en apagones generalizados.

El discurso oficial insiste en que la recuperación avanza, pero los ciudadanos lo califican de "triunfalista" y alejado de la realidad. Las limitaciones tecnológicas, la falta de inversión y el deterioro de la infraestructura eléctrica han convertido los cortes de luz en un problema crónico que ahora alcanza niveles insostenibles.