Se cumplen 30 años de un crimen atroz del castrismo: el hundimiento del remolcador 13 de marzo

En la madrugada del 13 de julio de 1994 el gobierno cubano cometió uno de los crímenes más crueles de su historia: el hundimiento del remolcador 13 de Marzo en la bahía de La Habana, dejando cuarenta muertos, incluyendo once niños.

La vieja embarcación, en estado precario, había sido tomada por varias decenas de personas que intentaban abandonar el país. Pero los remolcadores Polargo 2, 3 y 5. embistieron repetidamente al remolcador 13 de Marzo, para frustrar el intento de fuga.

Testimonios de los sobrevivientes narran escenas desgarradoras: niños arrancados de los brazos de sus madres por los potentes chorros de agua disparados por las mangueras de los remolcadores, dejando a los ocupantes del remolcador sin ninguna posibilidad de supervivencia.

El castrismo demostró no solo su crueldad, sino la  impunidad con la que cometían sus crímenes: no recuperaron cadáveres del mar, no se llevó a juicio a los responsables directos del crimen: los tripulantes de los remolcadores Polargo y la Capitanía del Puerto, que fueron elogiados por Fidel Castro en televisión nacional, donde destacó que buscaban impedir el "robo" del remolcador.

El hundimiento del remolcador 13 de Marzo ocurrió en medio de una crisis aguda del régimen marcada por el hambre, los apagones y un éxodo masivo.

El crimen fue el inicio del caos que vendría días después: las protestas masivas del 5 de agosto de 1994, conocidas como el Maleconazo, y la llamada Crisis de los Balseros,durante la cual miles de cubanos sa lanzaron al mar en todo tipo de embarcaciones con la tolerancia y estímulo del régimen.

El crimen del remolcador lejos de aplacar los ánimos de la gente, estimuló el éxodo. La represión creo la necesidad urgente de escapar.

Treinta años después, el éxodo de cubanos continúa. A pesar de los acuerdos migratorios entre Cuba y Estados Unidos y de la modificación de las leyes migratorias cubanas, la salida de cubanos no ha cesado, sino que ha tomado nuevas formas, a través de las  peligrosas rutas a través de Centroamérica con el objetivo de llegar a Estados Unidos.