Religiosos cubanos se reúnen con delegación de la Unión Europea
El pasado 25 de septiembre, seis miembros de la Alianza Cristiana de Cuba (ACC), una asociación religiosa independiente, mantuvieron un encuentro con representantes de la delegación de la Unión Europea en Cuba
Actualizado: Tue, 10/01/2024 - 09:44
El pasado 25 de septiembre, seis miembros de la Alianza Cristiana de Cuba (ACC), una asociación religiosa independiente, mantuvieron un encuentro con representantes de la delegación de la Unión Europea en Cuba.
Durante la reunión, los religiosos expusieron las numerosas dificultades que enfrentan para ejercer la libertad de culto en la isla, informó Solidaridad Cristiana Mundial (CSW, por sus siglas en inglés).
Los líderes religiosos presentaron sus principales demandas al régimen cubano para que se respete la libertad de culto, y solicitaron apoyo internacional para sus esfuerzos.
Entre los asistentes se encontraban Maridilegnis Carballo, esposa del Reverendo Lorenzo Rosales Fajardo, y Marta Perdomo, madre de Jorge y Nadir Perdomo, quienes expusieron la difícil situación de los presos políticos.
Los representantes de la ACC destacaron las precarias condiciones en las prisiones y la negativa de las autoridades a respetar los derechos religiosos de los presos políticos, según lo estipulado en las Reglas Nelson Mandela de las Naciones Unidas.
También denunciaron el acoso y el aislamiento social dirigido por la dictadura hacia las familias de los presos políticos.
Otro tema abordado fue la vulnerabilidad de las asociaciones religiosas no registradas y los lugares de culto no legalizados.
Según los líderes, los cambios recientes en el Código Penal cubano han aumentado las sanciones para asociaciones y asambleas no autorizadas, resultando en multas onerosas y amenazas de encarcelamiento.
La ACC, que representa a más de 8,000 cristianos protestantes, ha sido afectada negativamente por la intensificación de la represión gubernamental contra grupos religiosos no registrados.
Los pastores Mario Jorge Travieso Medina y Velmis Adriana Mariño González compartieron su experiencia personal de acoso, amenazas y confiscación arbitraria de propiedades durante los últimos 20 años.