¿La policía cubana acompaña a la ciudadanía, la protege, defiende, actúa ante lo verdaderamente delictivo y reprensible? ¿Es un cuerpo en extremo abusivo, con agentes irrespetuosos, contaminados con el totalitarismo y prepotencia del régimen?
Repasemos algunos de los hechos de violencia policial que han ocurrido en la isla durante los últimos meses, aunque las arbitrariedades de este órgano y la violación de los derechos humanos por la Seguridad del Estado cubano, han trascendido impunes durante décadas, para ser exactos seis.
Dos personas han fallecido en el país por disparos de oficiales de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR). El joven de 27 años, Hansel Ernesto Hernández Galiano, murió a fines de junio en el municipio de Guanabacoa en La Habana y días después, Yamisel Díaz Hernández, en la provincia de Artemisa.
Ambos hechos ocurrieron luego de que un agente policial muriera y otros dos resultaran gravemente heridos, tras ser agredidos por un ciudadano en la estación de la PNR de Calabazar, poblado del municipio habanero de Boyeros.
Mano dura, pidió el mandatario Miguel Díaz-Canel, y qué ha ocurrido.
La muerte de Hansel Hernández desató que varios activistas por los derechos humanos en la isla, se pronunciaran en contra del asesinato y convocaran a una manifestación pacífica para reclamar por el abuso policial en el país. La protesta fue anulada tras un despliegue de las fuerzas militares y policiales que evitaron que la mayoría de los participantes llegaran al punto de encuentro previsto. Artistas, periodistas y miembros de la sociedad civil fueron arrestados, sometidos a prisión domiciliaria y su acceso a internet fue cortado.
Esto costó al régimen el cuestionamiento de varias entidades internacionales y que quedara en evidencia una vez más su proceder arbitrario e injustificado.
El joven influencer El Kende fue apresado por grabar un video en la azotea de su casa, lo que provocó otra campaña en redes sociales contra la policía del régimen y a favor de su liberación.
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Otro joven habla en una de las tantas multitudinarias colas para comprar los pocos alimentos que ofrecen las tiendas estatales, y es detenido y golpeado, y además termina con una multa impuesta.
Decenas de videos han sido compartidos en las redes sociales, donde se observan a policías del régimen agredir, golpear, maltratar, enjuiciar… Estos son algunos ejemplos:
Mientras, qué publica la televisión estatal, qué argumentan los voceros del régimen: un reportaje que a las claras intenta disimular el total desatino y abuso de los agentes del Minint en la isla.
La periodista Talía González, convocada para los más turbios temas que involucran a los máximos funcionarios del país, salió a la calle, y arma un collage de entrevistas, todos celebrando la presencia de la policía en las calles de La Habana: “cuidando, velando por el pueblo, arriesgándose, haciendo cumplir el orden” y hay que entender que “como en todos los países del mundo es un órgano represivo”, acentúan las personas citadas en el engendro televisivo.
Por otro lado, en las redes sociales, principal vitrina de la realidad del pueblo cubano, continúan las evidencias de los abusos y “la violencia de la bestia”, como precisa Ramón Fernández-Larrea.
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“La violencia siempre refleja impotencia. Es el último recurso. Es la agonía de quien no puede o no quiere razonar. Se confunde muy a menudo, demasiado a menudo, con querer una solución definitiva y rápida, con querer acabar con algo de raíz. La violencia es la respuesta de la bestia que se obnubila y bloquea todo razonamiento y toda idea”, concluye Fernández-Larrea en un texto publicado por ADN Cuba.
En Cuba exigir derechos es condenado. El gobierno despliega todos sus recursos: amenaza, encarcela, agrede cuerpos y mentes. Para los cubanos dentro de la isla arma burdas campañas de propaganda política.
De todo el abuso policial imperante en la isla, los víctimas de sus peores atropellos son las voces de quienes no siguen el coro del régimen. Activistas, opositores y periodistas independientes han sufrido disímiles arbitrariedades.
José Raúl Gallego, académico y colaborador de ADN Cuba, escribió sobre lo sucedido este 30 de junio, cuanto las fuerzas policiales desarticularon una posible manifestación pacífica:
“Aquí está la libertad que existe en Cuba. Aquí está el `Estado de Derecho´, la democracia, la libertad de expresión y prensa. Este es el totalitarismo cubano, la dictadura cubana. Callar ante esto sabiendo lo que pasa y sabiendo que no está bien es cobardía u oportunismo. Hoy dedicaron cientos de agentes a apresar dentro de su vivienda a decenas de activistas. El día que sean miles de activistas y ciudadanos, no tendrán millones de agentes para retenerlos. Con cada represión, con cada arbitrariedad, con cada estupidez, ese día se acerca con mayor rapidez”.