Una cola para comprar pollo en un barrio de La Habana este fin de semana terminó de manera violenta por la actuación de fuerzas especiales de la policía del régimen, según denuncian en redes sociales.
Varios videos que circulan en Facebook registran la mano dura mostrada por agentes policiales con ciudadanos que esperaban para adquirir alimentos en la zona de Guanabo, al este de la capital. Se observa como varios son detenidos y arrastrados fuera de la fila.
Se ha tenido noticias de al menos uno de ellos, identificado como Camilo Guerra, de 21 años, y que según alega una usuaria identificada como familiar suyo, estaría incomunicado desde entonces.
Este lunes, Isue Díaz publicó en Facebook varios archivos audiovisuales donde se ve la represión.
“Por favor necesito que me ayuden a compartir esta injusticia, metieron a mi primo preso en cuba, 8 años le están dando”, asegura la joven.
Según lo publicado, “el muchacho estaba en una cola para el pollo cuando unos de los policías le dicen que deje de hablar con otra señora que estaba en la cola”.
El joven le habría respondido que “ya aquí no se puede ni hablar”, y según denuncia su prima “inmediatamente el policía le cae a golpe y juntos a otros policías que llegaron después”.
La familia denuncia que “no dejan que la mamá vea al muchacho, está detenido lleno de golpes”. Aseguran que Camilo Guerra “es asmático crónico, y le están dando crisis de asma…”
En los videos se escuchan gritos de ciudadanos indignados: “¿Cómo le van a dar golpes a esos niños?”
Según confirmó Isue Díaz, quien reside en Estados Unidos dos amigos de Guerra también resultaron detenidos, mientras que otras personas fueron agredidas por los agentes.
“A mi primo lo golpearon salvajemente varios oficiales, delante de todo el mundo, sin motivos, solo porque tienen la fuerza. Según su mamá también lo golpearon en la unidad policial”, aseguró Díaz al medio independiente CubaNet.
Hasta ahora, la Policía ha negado a Guerra Ramos el derecho a recibir visitas. Ni siquiera sus familiares han podido tener contacto con él. Su madre teme por las condiciones físicas en las que podría encontrarse el joven, no solo por los golpes recibidos sino porque es asmático crónico y sufre frecuentes crisis.
Las denuncias de abusos policiales en Cuba aumentan durante la pandemia del coronavirus. Las medidas restrictivas impuestas por el régimen para detener el avance de la COVID-19 llegaron junto con un despliegue amplio de fuerzas policiales y militares en las calles, lo que ha servido para exhibir el poder del castrismo lo mismo contra voces opositoras, periodistas independientes, o simplemente contra cubanos utilizados por el Estado para escarmentar, principalmente con acusaciones de “propagación de epidemia” y “desacato”.