La familia de opositores Miranda Leyva denunció que la policía política cubana los detuvo arbitrariamente en Holguín, por segunda vez este mes, y golpeó a una menor de edad el 21 de junio.
En declaraciones enviadas a ADN Cuba por Ana Iris Miranda Leyva, explica que, junto con Ada Iris Miranda Leyva, Fidel Manuel Batista Leyva y Maydolis Leyva Portelles –miembros del Comando Olegario Charlot Spileta–, así como los niños Tahimí Rodríguez Miranda y Alain Michel Rodríguez Miranda, caminaban “errantes por las calles de Holguín” buscando dónde pasar la noche, pues temen regresar a su vivienda y sufrir represalias de partidarios del régimen instigados por la policía política.
Pocos días antes de los sucesos, el 16 de junio sufrieron una “detención violenta y con torturas por exigir nuestro derecho a la vivienda”, según testimonio de los hermanos Miranda Leyva.
El 21 de junio, con apenas dos días en libertad, la familia buscaba dónde pernoctar, y “cuando llegamos a la calle Libertad esquina Cuba fuimos interceptados por la patrulla 482 y un Lada con chapa particular con efectivos de la Seguridad del Estado”.
Según Ana Iris Miranda, la detención la dirigieron “el mayor Danilo (jefe de enfrentamiento en Holguín) y Erick alias 'Santiago'”. Sobre esa noche, denuncian que una agente de la policía política identificada como “Elizabeth” y residente en el Reparto Alcides Pino, propinó una “brutal golpiza” a Tahimí Rodríguez Miranda, de 14 años, hija de Ada Iris.
La agente Elizabeth es calificada por estos opositores como “muy violenta y ha golpeado varias veces a nuestra familia”. En esta ocasión, a la menor de edad “la agarró por el pelo y le daba más bofetones y piñazos”, a pesar de la protesta de sus familiares y testigos, refiere Ana Iris Miranda Leyva.
Tras la detención Ana Iris, Ada Iris y Fidel Batista fueron llevados a la división de la Unidad de Delitos Contra Seguridad del Estado. Los tres hermanos habrían permanecido en “huelga de hambre durante todo el tiempo de la detención arbitraria; desde el 21 hasta el 24 de junio de 2021”, cuando fueron liberados en la tarde.
Ana Iris Miranda denuncia que mientras estaban detenidos en la unidad de la policía política, los oficiales “Cobas” y “Jorge” los ofendieron y amenazaron con enviarlos a prisión, y recluir a los dos niños en un centro de reeducación de menores controlado por el Ministerio del Interior.
Desde el 24 de junio, la familia Miranda Leyva, incluyendo a la anciana de 74 años María Casado Ureña, se encuentra en un albergue estatal en las afueras de la ciudad. “Se nos comunicó que nos tendrán aquí solo cuatro o cinco días, y que luego tendremos que irnos; es decir, para la calle”, asevera Ana Iris.
“Aunque el albergue es confortable y limpio, no tenemos acceso a la comida”, denunció. Tampoco tienen dinero para comprarla y su hermana, “Ada Iris Miranda Leyva tiene su úlcera gástrica sangrando; sin tratamiento ni medicinas”.
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Una familia en constante acoso del régimen
El 18 de mayo del 2021, los miembros de la familia opositora holguinera fueron procesados en dos juicios, por delitos comunes imputados por el régimen.
Según contó Fidel Miranda Leyva en un contacto con ADN Cuba ambos procesos ocurrieron “sin ninguna garantía en cuanto a derechos humanos ni jurídicamente”.
Ana Iris Miranda Leyva, Ada Iris Miranda Leyva, Maydolys Leyva Portelles y Fidel Manuel Batista Leyva están acusados de “amenazas”, mientras que Ada Iris, la madre de los dos adolescentes que integran la familia, fue enjuiciada por el delito de “Otros Actos Contrarios al Normal Desarrollo del Menor”.
La sentencia de Ada Iris fue de 10 meses de limitación de libertad, bajo las condiciones de que debe trabajar y reincorporar a los niños al sistema educativo cubano. “Se le respondió que ella no va a trabajar y menos regresar a los niños a ese sistema violento del que hubo que sacarlos porque su vida corría peligro”, acotó en ese momento Fidel Manuel.
En referencia al otro proceso, el opositor dijo que “el abogado demostró que no había delito ninguno por nuestra parte, y así la Fiscalía cambió la petición fiscal a dos años y medio de trabajo correccional sin internamiento para mí y mi mamá y dos años de trabajo correccional sin internamiento para mis hermanas”.
La familia mantiene su respuesta de que no trabajarán para la dictadura: “no vamos a ir a ningún sector de la policía a firmar una vez al mes y mucho menos dejaremos de hacer oposición en las calles”.
Desde el mes de julio de 2020, esta familia opositora comenzó a denunciar la escalada de acoso y hostigamiento de vecinos orquestados por la Seguridad del Estado, así como de mítines de odio en su contra.