Los vecinos del municipio El Cerro, en La Habana, andan por estos días entre la indignación y el estupor. Varios de ellos confirmaron a ADN Cuba que es cierta una denuncia en redes sociales que acusa a la policía de ese antiguo barrio de quemar 1000 libras de carne de cerdo, que habrían decomisado injustamente.
“Esto es increíble la jefa de la policía del Cerro decomisó 1000 libras de carnes de cerdos”, publicó en Facebook el usuario identificado como Cheo Ogbe Weñe Rojas Ramírez, quien acompañó sus palabra de un pequeño video.
Según Rojas Ramírez “están legales los papeles” que darían fe de la procedencia lícita del producto, pero aún así la autoridad policial “mandó a quemar todas las carnes”.
El usuario critica que “cuando hay un pueblo muriéndose de hambre este es el peor bloqueo no es el de USA [Estados Unidos]”.
El denunciante dedica fuertes palabras a la jefa de los agentes en ese barrio de la capital, y emplaza al presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel: “usted debería de ver esto y darle cadena perpetua a esta señora que es jefa de la policía del Cerro, cómo va quemar estas cantidades de carnes que están legales con sus papeles y usted con un pueblo sin comida [;] a esto es los que ustedes tienen que criticar y tomar su medida”.
En el pequeño archivo de video, se observa como varias personas que portan mascarillas sanitarias arrojan perniles enteros de cerdo y otras partes del animal, en un montacargas para supuestamente incinerarlos en un descampado, que parece ser un vertedero de basura en las afueras de la ciudad. La carne fue transportada en vehículos de alquiler.
Residentes en El Cerro contactados por ADN Cuba, quienes prefirieron mantener el anonimato, refieren que la oficial de la policía a la que aluden como responsable de la quema de los alimentos tiene otras historias de decomisos injustos.
Aunque parezca imposible la ocurrencia de hechos semejantes, sobre todo en medio de la profunda escasez de alimentos que hay en Cuba, el ineficiente sistema perpetuado por el castrismo provoca tales desastres.
En la provincia de Ciego de Ávila, unas 26 mil 455.5 libras de carne se pudrieron en un frigorífico sin que la vendieran al pueblo.
Las 12 toneladas de carne deshuesada estuvieron guardadas “casi dos años”, según fuentes oficiales. Una investigación policial y judicial a la que tuvo acceso el periódico estatal Invasor, encontró en unas cámaras frías el alimento malogrado, “como corolario de una cadena de negligencias, insensatez, falta de sentido común y desorden”.
El artículo de la prensa oficialista, un texto raro en el anodino periodismo que predomina entre los medios del régimen, no especifica muchos detalles del hecho, porque la investigación continúa en curso.
Sin embargo, critica la pérdida de las toneladas de carne y lamenta “todas las raciones para hospitales, restaurantes, centros de trabajo o escuelas en que podrían traducirse”.
La cría de cerdos, uno de los animales más consumidos en la dieta de los cubanos, es entorpecida por el régimen que obliga a los productores a entregar la carne al estado a cambio de alimentos para cebar los puercos. Sin embargo, generalmente el gobierno incumple sus compromisos, aunque no deja de exigir la carne, desestimulando a los campesinos.
Por lo visto en la denuncia sobre lo ocurrido en El Cerro, es prioridad del régimen perseguir “el enriquecimiento”, antes que alimentar a sus ciudadanos.