Pese a la profunda escasez de alimentos que hay en Cuba, el ineficiente sistema económico perpetuado por el castrismo provoca desastres como este de la provincia de Ciego de Ávila, donde unas 26 mil 455.5 libras de carne se pudrieron en un frigorífico sin que la vendieran al pueblo.
Entre 2018 y 2019, el precio del puerco se disparó en ese territorio, desde menos de 20 pesos cubanos por libra, pasó a más de 40 pesos en el mercado negro, para luego desaparecer de la mesa se los avileños.
Durante esos meses de carestía se pudrieron 12 toneladas de carne deshuesada que estuvieron guardadas “casi dos años”, según fuentes oficiales. Todavía hay ausencia de ese producto tanto en los mercados legales como en los informales.
Una investigación policial y judicial a la que tuvo acceso el periódico estatal Invasor, encontró en unas cámaras frías el alimento malogrado, “como corolario de una cadena de negligencias, insensatez, falta de sentido común y desorden”.
El artículo de la prensa oficialista, un texto raro en el anodino periodismo que predomina entre los medios del régimen, no especifica muchos detalles del hecho, porque la investigación continúa en curso.
Sin embargo, critica la pérdida de las toneladas de carne y lamenta “todas las raciones para hospitales, restaurantes, centros de trabajo o escuelas en que podrían traducirse”.
El desempeño de la Empresa Cárnica de Ciego de Ávila, de propiedad estatal, tiene “un largo historial de problemas en su ejercicio contable”, según el periódico Invasor.
La periodista añade que “un hecho como este no deja lecciones, sino sanciones”, pero alerta a las administraciones estatales, responsables de productos “perecederos” como la carne, que “dejar de producir alimentos podría tener muchas explicaciones, dejar que se echen a perder, ninguna”.
La cría de cerdos, uno de los animales más consumidos en la dieta de los cubanos, es entorpecida por el régimen que obliga a los productores a entregar la carne al estado a cambio de alimentos para cebar los puercos. Sin embargo, generalmente el gobierno incumple sus compromisos, aunque no deja de exigir la carne, desestimulando a los campesinos.
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En Ciego de Ávila, la Empresa Porcina dejó de entregar unas 6 mil 800 t de alimento animal, lo que provocó un déficit de al menos la tercera parte del plan de carne provincial.
Datos ofrecidos por el Ministro de la Agricultura en mayo pasado estiman en unas 77 mil t el débito nacional de piensos, solo en lo que va de año. En consecuencia, 11 mil 528 t de carne nunca llegaron a la mesa del cubano, explica el medio citado.
La producción porcina no es la única afectada por la incompetencia del sistema económico del castrismo.
ADN Cuba informó recientemente sobre la pérdida de 150 quintales de piña que una empresa estatal no quiso aceptar a un productor para procesarlas, ni se facilitó la venta de la fruta a la población.
Un usuario de Facebook identificado como Elier Calvo, aseguró que “se echaron a perder por culpa del mal trabajo y la corrupción de muchos dirigentes” de una fábrica en Jagüey Grande, provincia de Matanzas.
“Prefirieron que [la carga] se pudriera antes de vendérsela al pueblo con la necesidad que tenemos hoy en día y la situación en que estamos y ellos solo preocupándose por sus propios intereses”, denunció.