Cuba registra otros cuatro decesos por COVID-19

Como en los últimos días, la mayoría de los nuevos casos correspondieron a las provincias La Habana, Santiago de Cuba y Guantánamo, con 263, 125 y 78 positivos en las últimas 24 horas, respectivamente
Cuba registra otros cuatro decesos por COVID-19
 

Reproduce este artículo

Las autoridades sanitarias de Cuba registraron otros cuatro decesos como consecuencia de la COVID-19 y 666 nuevos casos de la enfermedad pandémica que, desde mediados de noviembre, mantiene en jaque a la isla con un tercer rebrote en el territorio.

Con los nuevos incrementos, el total de casos acumulados desde el inicio de la pandemia en el país, en marzo pasado, asciende a 24 105, mientras que los fallecimientos suman 208, para una tasa de letalidad de 0,86 por ciento, inferior a la mundial y la de la región de Las Américas.

Con edades entre los 49 y 76 años, los finados fueron una ciudadana residente en Matanzas, otra en Santiago de Cuba y dos ciudadanos de La Habana. Dos de ellos eran hipertensos y otro diabético, antecedentes patológicos que elevan las probabilidades de desarrollar cuadros de gravedad ante la aparición de la enfermedad.

Según los datos del Ministerio de Salud Pública (Minsap) en su más reciente parte informativo, con cierre en la medianoche del miércoles, se encuentran ingresados para vigilancia clínica epidemiológica 10 406 pacientes, de los cuales 3 737 son sospechosos de un eventual contagio y 4 799 casos activos de la enfermedad.

De los nuevos diagnósticos, 613 fueron contactos de casos confirmados, 24 tuvieron su fuente de infección en el extranjero y en 29 no se había podido precisar la fuente de infección hasta el momento del cierre de la información del Minsap.

Ésta precisa además que 41 pacientes permanecen en cuidados intensivos, de los cuales 14 son reportados en estado crítico y 27 como graves.

La mayoría de los nuevos casos volvieron a corresponder a las provincias La Habana (263), Santiago de Cuba (125) y Guantánamo (78), las de peor situación epidemiológica durante este tercer rebrote de COVID-19 en la isla, el más severo en lo que a número de contagios diarios y decesos se refiere.

Tercer rebrote de coronavirus

El rebrote de COVID-19 en Cuba obligó a retroceder de fase epidemiológica a varias provincias y municipios, entre ellas la capital, que, por sus características sociodemográficas, ha sido el territorio de mayor complejidad para el control de la enfermedad durante la mayor parte de los últimos 10 meses.

El régimen responsabilizó a los ciudadanos que han viajado y regresado del exterior del rebrote que padece el país desde mediados de noviembre, cuando decidió reabrir sus aeropuertos internacionales.

Si bien no se ha decidido a emprender un nuevo cierre de fronteras, se decretó la reducción del número de vuelos diarios y amenaza a los cubanos residentes en el exterior con cuantiosas multas y sanciones en caso de que incumplan con las medidas sanitarias durante su estancia en la isla.

El viernes pasado trascendieron las condenas de privación de libertad bajo cargos de “propagación de epidemia” sobre tres cubanos residentes en Santiago de Cuba que viajaron al exterior y regresaron contagiados a la isla.

El oficialismo también sitúa la responsabilidad del incremento de casos en la ciudadanía. Este martes el director nacional de Epidemiología del Minsap, Francisco Durán, afirmó en su conferencia informativa que “la irresponsabilidad no puede seguir campeando en el país, y no todo puede ser, aunque se está haciendo, a base de multas y otras medidas”.

“Tiene que haber una parte de responsabilidad teniendo en cuenta los resultados que estamos teniendo”, subrayó el galeno.

En toda Cuba se mantiene el uso obligatorio de la mascarilla y a los viajeros internacionales se les exige una prueba PCR negativa realizada 72 horas antes de su arribo a la isla, a la que se suma una muestra tomada en el aeropuerto y su aislamiento estricto hasta conocer el resultado.

 

Relacionados