Activistas critican nuevo comercial de Katapulk anunciando productos “para la lonchera de tu hijo”

Activistas y comunicadores critican un nuevo comercial en el que aparece la actriz Tahimí Alvariño promocionando servicios de la empresa Katapulk, propiedad de Hugo Cancio
 

Reproduce este artículo

Activistas y comunicadores criticaron esta semana un nuevo comercial en el que  aparece la actriz Tahimí Alvariño promocionando servicios de la empresa Katapulk, propiedad del cubanoamericano Hugo Cancio, que comercializa en línea a altos precios productos escasos en Cuba.

“Katapulk tiene muchísimas ofertas para la lonchera de tu hijo”, dice la conocida actriz en el video publicado esta semana, en el que promociona “galleticas, jugos” y “pancitos” ofertados en varias tiendas de la empresa.

El activista y comunicador independiente Esteban Rodríguez cuestionó la aparición de la publicidad en el contexto de agudas carencias que se vive en la isla: “Cuántos niños pueden llevar esto a la escuela, continúa la burla (…)”

“Tahimí Alvariño Veloz anuncia 'pancitos' justo cuando comenzó el [curso] escolar y muchos padres han denunciado que no saben cómo conseguir merienda para sus hijos”, afirmó por su parte Norges Rodríguez, director del medio YucaByte.

“Además de que están bastante ridículas estas promociones, hay que tener la cara muy dura para prestarse a hacer esta propaganda de 'Loncheras' y 'galleticas' cuando una buena parte de los niños en Cuba no tiene ni un pan para llevar de merienda y sus padres no pueden comprar en estas tiendas con el dinero que cobran por su trabajo”, opinó el periodista y académico José Raúl Gallego.

Con sede en EE. UU., Katapulk es una plataforma en línea que pertenece al empresario Hugo Cancio, defensor del acercamiento de la Casa Blanca al régimen cubano. Cancio también es propietario de la plataforma de comunicación OnCuba y posee otras inversiones en la isla.

Katapulk tiene presencia en varias provincias de Cuba. Vende alimentos y productos de aseo a precios elevados que pagan los cubanos en el extranjero para sus familiares en la isla, quienes padecen una de las crisis económicas más graves de las últimas décadas.

Precisamente esta semana, Trilce Denis, una madre residente en la isla, lamentó que durante el reinicio de las clases habrá “niños que no podrán llevar sus dos meriendas, niños que tal vez ni puedan llevar una. Niños que los padres no pudieron comprar una mochila nueva ni unos tenis”.

Otra madre, identificada en redes sociales como Venus Carrillo Ortega, expresó recientemente su “desacuerdo con la disposición que ha tomado la Dirección Municipal de Educación del Municipio la Lisa de eliminar el pan de los círculos infantiles de la localidad”.

Las críticas al nuevo comercial de Katapulk aparecen luego de otra polémica esta semana en la que estuvo involucrado el actor e influencer Edy Suárez, quien promocionó motos eléctricas vendidas por la empresa.

Suárez defendió a la empresa de Hugo Cancio, alegando en redes que “los envíos a Cuba desde el exterior existen y también las agencias que se dedican a ello. ¿Vamos a ignorar esa realidad?”. Además, pidió a quienes lo juzguen por actuar en publicidades de Katapulk que no sean “hipócritas” y sí “un poquito más prácticos”.

El influencer cuestionó que lo señalaran por “dar a conocer las ofertas que hay ahí”, cuando, en su opinión, son los usuarios que consumen el servicio quienes sostienen las plataformas: “al final es tu decisión tomarla o no”.

De acuerdo con la profesora de arte y activista Anamely Ramos, el asunto “no es tan simple como que 'es o no decisión del consumidor', porque [Katapulk] no es una empresa que juegue dentro de un mercado en igualdad de condiciones con otras empresas”.

“Esta lo hace usando productos que deberían estar en las tiendas físicas en Cuba. Por eso las multas enormes”, agregó la joven, actualmente desterrada por sus ideas políticas.

Salomé García Bacallao, miembro del grupo de trabajo sobre detenciones políticas Justicia 11J, opina que “no va a pasar mucho tiempo para que profesionales como Tahimí Alvariño pierdan todo el afecto que les tenía su público hasta ahora”, pues, según la activista, se han convertido en “los rostros del apartheid en Cuba”.

A mediados de julio pasado, Alvariño fue criticada porque su rostro apareció en una valla comercial instalada en una autopista de Miami, con la que la empresa Katapulk promocionaba recargas a teléfonos móviles en Cuba, en consorcio con Etecsa, el monopolio de las telecomunicaciones del gobierno cubano.

La publicidad fue retirada luego de la polémica que se desató al respecto en redes sociales, así como una protesta de exiliados en el lugar de su emplazamiento.

Katapulk pertenece a Fuego Enterprises Inc., una empresa de Estados Unidos activa en medios y entretenimiento, telecomunicaciones, viajes y bienes raíces, que en Cuba tiene licencia también para comercializar productos agroalimentarios, artesanales y bienes de consumo. Fundada en 2004 y conocida hasta 2012 como Grupo para el Desarrollo de Negocios con Cuba, la compañía fue creada por Cancio, su propietario y principal accionista.

En julio de 2021, el Ministerio de Comercio Exterior e Inversión Extranjera del régimen cubano autorizó la inscripción y otorgó la licencia correspondiente a la empresa en el Registro Nacional de Representaciones Comerciales Extranjeras, adscrito a la Cámara de Comercio de la isla.

Fue la primera autorización de esta naturaleza dada a una compañía cuyo propietario fuese un cubanoamericano, aunque OnCuba, filial de Fuego Enterprises, operaba desde años antes en la isla como medio de comunicación y agencia de viajes, con oficinas en la capital cubana.

 

Relacionados