Padre Reyes: manifestantes rompieron la vitrina del comunismo latinoamericano

A cientos de personas que se manifestaron, el régimen los está haciendo pagar “porque se han atrevido a desafiar el mayor de los mitos: el mito de una Cuba feliz, el mito de un pueblo orgulloso de su comunismo”
Padre Reyes: manifestantes rompieron la vitrina del comunismo latinoamericano
 

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El sacerdote católico Alberto Reyes Pías, de la diócesis de la provincia de Camagüey, lamentó que a muchos cubanos el régimen los hace pagar, tras el estallido social del 11 de julio (11J), el precio de romper “la vitrina del comunismo latinoamericano”.

En un texto que tituló “Crisis” y publicó en su perfil de Facebook, el padre Reyes dice que está “saturado” tras leer “una y otra vez los testimonios interminables de lo que ha sucedido y sigue sucediendo en Cuba desde las protestas del 11J y me voy rompiendo por dentro: gente dispuesta a detener arbitrariamente, a golpear, a torturar, a atacar con perros, con palos, con todo lo que pueda hacer daño a otro ser humano”.

Denunció las “detenciones violentas, burlas, golpes, delitos fabricados, sentencias ridículas, intimidaciones, amenazas, muchas amenazas…”, contra los que salieron a las calles a pedir derechos. “Algo en mí se niega a creer que tanta maldad junta es posible”, reflexiona el religioso.

Asevera que “esto no es algo surgido de la nada”. Es un resultado de lo sembrado por el régimen: “Desde el inicio de esta llamada 'Revolución', Dios fue visto como el enemigo, Dios, Cristo, el Evangelio, la Iglesia, los cristianos. Había que arrancar de raíz esa 'perniciosa superstición', esa mentalidad atrasada, retrógrada y burguesa, ese 'opio del pueblo' origen de injusticias y odios. Pues bien, he aquí el resultado, he aquí al hombre nuevo, he aquí el paraíso prometido, con sus nuevos ángeles adornados con boinas rojas y negras, acompañados por sus perros, y caminando en grupos protegidos contra civiles vulnerables tanto en lo físico como en lo legal”.

Según el padre Reyes, “esto es lo que se construye cuando se destierra a Dios del corazón de un pueblo”. Y a cientos de personas que se manifestaron, el régimen los está haciendo pagar “porque se han atrevido a desafiar el mayor de los mitos: el mito de una Cuba feliz, el mito de un pueblo orgulloso de su comunismo, el mito de una sociedad que se considera por decreto 'el faro de América', el mito de un comunismo que funciona”.

Quienes protestaron y ahora están detenidos, desaparecidos o esperan juicio, para la dictadura “merecen condena, porque han roto la vitrina del comunismo latinoamericano, han echado abajo la imagen cuidadosamente construida y cuidada de una Cuba propuesta como paradigma social”.

El sacerdote también criticó “la tramoya” echada a andar por el castrismo y sus defensores: “líderes extranjeros de todo tipo y pelaje que desde sus seguridades capitalistas defienden a capa y espada un sistema en el que nunca vendrían a vivir; gente con miedo que grita '¡patria o muerte!' mientras reciben las remesas del país 'enemigo' o esperan en silencio su oportunidad de largarse para siempre de esta pesadilla; vecinos que vigilan y delatan como la mejor protección para ellos y para sus hijos mientras sueñan también, en lo más profundo, una Cuba donde no tengan que fingir ni ellos ni sus hijos. Y un sistema mediático de prensa y televisión que (…) miente mirándote a los ojos, porque ha asumido la mentira como una segunda piel”.

Tras 62 años, “donde íbamos a construir un paraíso sin Dios, hemos construido un pantano”, señala el cura católico.

En el fondo, al padre Reyes le queda la esperanza de que en “los que están golpeando, a veces sádicamente, a sus hermanos”, o mintiendo, “ha sobrevivido la voz de la conciencia, que se hacen preguntas a sí mismos, que se dan cuenta de que ese no es el camino, que son conscientes de que lo que hacen está mal. Entiendo que tengan miedo, entiendo que se sientan comprometidos, pero no puedo aceptar tanta maldad gratuita”.

Por eso, hace un llamado al cambio y la concordia: “más allá de lo que está sucediendo, no dejamos de ser un solo pueblo, que ha sido echado a pelear por aquellos a los que no les importa su pueblo sino el poder y la impunidad sobre su propio pueblo. Somos uno, y tú, que hoy te prestas para reprimir a tus iguales, tienes padre, madre, hermanos, hijos

“Quiero creer que estamos a tiempo del perdón y de la reconciliación, quiero creer que podemos ponernos todos del bando correcto de la historia, pero cada uno necesita buscar fuerzas en lo mejor de su alma, y decidirse, de una vez por todas, a hacer lo que está bien, porque es lo que está bien”, concluyó su post público el padre Alberto Reyes Pías.

 

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