Cubanos se reúnen en la Ermita de la Caridad para apoyar al Movimiento San Isidro

Cubanos creyentes también apoyaron a los huelguistas de San Isidro con rezos y acto de presencia en sus templos, donde hicieron patente su deseo de que acabe la injusticia con los manifestantes pacíficos
Cubanos en la Ermita de la Caridad
 

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Cubanos residentes en Miami se congregaron este 26 de noviembre ante la Ermita del Caridad del Cobre en solidaridad con los huelguistas del Movimiento San Isidro, acuartelados en su sede de La Habana en protesta por el injusto encarcelamiento de unos de sus miembros.

Durante la misa, el padre Fernando Hería pidió por la salud de los huelguistas y recordó que todos ellos reclaman lo que pedía el fallecido opositor Oswaldo Payá: el derecho de los cubanos a tener derechos.

“Eso no es ser terroristas, eso es ser humanos”, recordó el párroco en referencia a las acusaciones vertidas por la prensa oficialista en referencia a los supuestos vínculos “terroristas” de los manifestantes.

Además, dijo que la mayoría de los que protagonizan esta protesta pacífica son pobres y viven en un barrio marginal de la Habana Vieja. Son víctimas de un sistema que deja desamparados a miles de personas sin posibilidad de tener comida, vivienda y un futuro para ellos y su familia.

Dentro y fuera de la isla, muchos cubanos se solidarizan con los integrantes del Movimiento San Isidro. Aquellos católicos y personas de fe en Miami que quieran pedir por el respeto a las vidas y derechos de los activistas, podrán hacerlo en dos sedes. 


Una de ellas es la Ermita de la Caridad del Cobre (3609 S Miami Ave, Miami), donde hoy ocurrió este oficio; la otra es la Iglesia Católica de San Lázaro (4400 W 18th Ave, Hialeah), a donde están invitados los interesados el viernes a las 7:30 pm.

Desde el 16 de noviembre en la sede del MSI, en La Habana, 15 personas lograron ingresar y allí tenían planeado quedarse para leer poesía y realizar performances, bailes, a favor de la liberación de su compañero.

Desde su llegada, la calle se cerró en un operativo de decenas de policías y agentes de la Seguridad del Estado, que evitaban el ingreso de más disidentes al lugar. Dos días después, el 18 de noviembre, los sitiadores cortaron también el suministro de alimentos que una vecina, Daylys Bandera Rodríguez, intentaba llevar hasta la sede del MSI. Le robaron la comida y el dinero, denunció.

Ante el intento de rendirlos por hambre, nueve de los atrincherados anunciaban el inicio de la huelga; tres de ellos, de hambre y de sed. A la fecha quedan seis personas haciendo huelga.

La salud de dos de ellos, Luis Manuel Otero Alcántara y Maykel Castillo, se deteriora a ojos vistas, según reportes de médicos que los atendieron. El primero tuvo que deponer ayer la huelga de sed para salvar su vida y poder continuar la protesta.

Los miembros del MSI sostienen que la presión internacional es indispensable para lograr la liberación del músico contestatario Denis Solís, principal reclamo de los manifestantes. Solicitan sobre todo la presión de organizaciones como la Comisión de Derechos Humanos de la ONU y la Unión Europea.

Hasta el momento organizaciones internacionales se han pronunciado contra estos actos, como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH); Artículo 19; Human Rights Watch, Cubalex y otros.

 

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