Madres con niños pequeños reciben ultimátum del régimen: 72 horas para ser desalojadas

Funcionarios de Vivienda en La Habana dieron un ultimátum a cinco madres, quienes viven con una docena de hijos, para que desalojen en 72 horas el lugar donde viven, a pesar de la pandemia del coronavirus que continúan en Cuba
 

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Funcionarios de Vivienda en La Habana dieron un ultimátum a cinco madres, quienes viven con una docena de hijos, para que desalojen en 72 horas un local abandonado que ocuparon porque carecían de vivienda.

Las autoridades siquiera han esperado a que cese la pandemia del coronavirus en la isla. Ocho meses después de que las familias pobres se introdujeran en una edificación en desuso de la Habana Vieja, para reclamar sobre la difícil situación de vivienda que enfrentan, los funcionarios quieren echarlas a la calle.

“Vino un funcionario de Vivienda con una carta en la cual decía que teníamos que retornar a nuestro lugar de residencia oficial”, dice Yeima de los Santos Vásquez en un video del medio independiente Cubanet.

A las mujeres, los enviados del gobierno le dijeron “que a ellos les daba mucha pena con la situación de nosotras”, pero que en los albergues donde las tenían antes de la ocupación “nos iban a atender”.

Los funcionarios argumentaron que el 60 % de La Habana está con problemas de vivienda, y dijeron a las posibles víctimas de desalojo que “hay casos que están igual que nosotros, o peor”.

 

 

Estas familias habaneras irrumpieron en el lugar en septiembre del 2019, luego de cansarse de esperar, en las hacinadas condiciones de los albergues estatales, a que les facilitaran una casa o los medios para construirla. Ahora, ni siquiera en el sitio ubicado en la calle Inquisidor número 405 entre Sol y Santa Clara, pueden aspirar a crear un hogar y se enfrentan al desalojo en medio de la crisis pandémica.

“Estamos en medio del coronavirus, estamos expuestos a que nos contagiemos cuando salgamos con niños. Ahora en el medio del coronavirus están haciéndonos esto…”, se lamenta Yeima de los Santos.

Otra vecina, Reina Sierra Duvergel que es abuela de tres menores, afirma que les dieron “72 horas para desalojar esto… y cada cual para su vivienda. Yo ahora mismo no tengo ninguna: ¿para cuál voy a ir? Y con la situación que ahora mismo estamos viviendo con el coronavirus, para dónde nos van a mandar con los niños…”

Las mujeres están desesperadas y afirman que de seguir en curso el desalojo de las autoridades, solo les queda protestar, “ir a la Plaza [de la Revolución] con los niños, es la única opción”.

 

 

Ariadni Ceballos Domínguez dice que, aunque la desalojen, “todavía tampoco sé yo donde voy a ir a parar”. A ella siempre le habían dicho que “el desalojo en Cuba no existe”, y ahora acusa al gobierno porque “ellos mismos tienen la culpa de que yo me encuentre aquí y ya estoy cansada de que me metan cuentos y mentiras, porque todo es mentira”.

Ceballos afirma que está “pasando trabajo respecto a la vivienda” desde antes del nacimiento de sus hijas. “No estoy pidiendo otra cosa: que me acaben de dar material [para construir], o un lugar en el que mis hijas puedan crecer en paz y sana tranquilidad”.

Dayana Despaigne Vento cuestiona que “se supone que el país está tratando que esa pandemia no se esparza, y ellos nos quieren desalojar con los niños, no les importa que se puedan contagiar y nosotros, hasta las mujeres embarazadas que están aquí”.

“Lo que queremos es que nos ayuden, porque donde vivimos estamos en pésimas condiciones. Somos madres con niños, no animales, somos madres pidiendo que nos ayuden…”, exige Despaigne.

Según datos oficiales del 2019, el déficit habitacional en Cuba asciende a unas 929 mil 695 viviendas. En tanto, La Habana es una de las provincias más afectadas con un déficit que suma las 185 mil 348 viviendas.

La vivienda fue una de los graves problemas denunciados por el entonces abogado Fidel Castro durante el alegato de autodefensa titulado “La historia me absolverá”, cuando comenzó su movimiento para tomar el poder. Sin embargo, luego de 60 años de régimen, el desastre todavía está allí, e incluso es peor.

El sucesor castrista Miguel Díaz-Canel prometió también avanzar en mejorar el fondo de viviendas del país, pero hasta ahora son más las noticias de derrumbes fatales y desalojos, que las de beneficiados con una casa en Cuba. 

 

 

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