Desalojan a madre con su niña de sala de video abandonada en Holguín

La sala de video fue demolida, en vez de ser utilizada para dar vivienda a alguna persona necesitada
 

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A finales de marzo fue desalojada en el municipio de Antilla, Holguín, una madre con su hija de 10 año, quienes vivían en una sala de video abandonada.

Se trata de una sala de televisión en el poblado de Pilón 3, a ocho kilómetros de Antilla, que desde hace 12 años está desocupada.

Cuentan los afectados que habían ido autoridades del régimen varias veces, incluso policías a intentar desalojarlos.

"Hay dos compañeros de la policía que deben ser denunciados porque empujaron a mi hermana con un niño chiquito de un año. De aquí no pienso salir porque mi casa está en malas condiciones y si me sucede algo le pido a las personas que hagan justicia por mí", explicó a ADN CUba, María Gisel Álvarez.

La mujer contó que el día del desalojo llegaron personas del gobierno, policías, ambulancias a pedirle que saliera de allí.

"Vinieron con muchas personas, que parece hasta mentira con el virus este que estamos enfrentando. Pienso que es una injusticia que me hayan sacado de ahí como si yo fuera una delincuente, una presidiaria. Me golpearon, me arrastraron. Dije que me iba a quitar la vida por la injusticia que me estaban haciendo", agregó.

La sala de video fue demolida, en vez de ser utilizada para dar vivienda a alguna persona necesitada.

"En este barrio hay personas que viven peor que yo y qué hicieron, en vez de dárselo a otra persona o hacer un aula, ya que no tenemos escuelas aquí en Pilón, lo derrumbaron. Prefirieron tumbarlo antes de dárselo a otra persona que lo necesitara", lamenta María Gisel.

"Pienso que el presidente, alguien debe hacer justicia por esto", concluyó la holguinera.

A finales de febrero, a Odeimis Chirino la sacaron a la fuerza de su casa en la barriada de Santa Fe, en Playa, donde vivía con su familia desde hace décadas. Su vivienda había sido confiscada en 2017 por presunto tráfico de marihuana por el cual fue sancionado su hijo mayor.

Entraron a la casa a empujones, dando patadas y gritando, como si adentro vivieran prófugos de la justicia. Odeimis pidió tiempo para vestirse pero no le hicieron caso. La golpearon a ella y su esposo y dijeron que tenía que irse a un albergue.

Días antes también habían desalojado en Arroyo Naranjo una anciana de 92 años para apoderarse de su casa, valiéndose del desamparo de esa mujer ya en la recta final de la vida.

“Esta es la condición en que el gobierno del municipio de Arroyo Naranjo de la ciudad de La Habana puso a una anciana de 92 años, para ellos es mejor enviarla para un albergue y decomisarle la casa que pedir revisión de su caso”, denunció una vecina en redes sociales.

También varios cubanos denunciaron que viven en un local abandonado de La Habana Vieja y si el gobierno los desaloja irían para la Plaza de la Revolución a modo de protesta.

ADN Cuba ha reportado en varias ocasiones sobre ese problema, uno de los más acuciantes de la realidad cubana, en el que están envueltos el gobierno, los ciudadanos comunes y corrientes, y las fuerzas del orden público.

No hace mucho, en enero de 2020, reportamos el intento de desalojo por parte de la Policía de una comunidad instalada en el municipio del Cerro, luego de haber convertido un solar malsano en una comunidad donde pueden tener una casa, una vida medianamente digna y oportunidades laborales.

 

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