Enferma de COVID-19 en prisión la manifestante del 11J Donaida Pérez Paseiro

La líder religiosa yoruba fue sentenciada a 8 años de prisión por participar en las protestas antigubernamentales de julio de 2021
Donaida Pérez Paseiro, líder religiosa y presa política cubana.
 

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Donaida Pérez Paseiro, presa política cubana por participar en las protestas antigubernamentales de julio de 2021, enfermó de la COVID-19 en una cárcel de la provincia de Villa Clara, según comunicó este jueves a ADN Cuba una fuente familiar.

La líder religiosa, esposa del también preso político y sacerdote yoruba Loreto Hernández García, cumple una condena de 8 años de privación de libertad. Una persona también recluida en la prisión de mujeres en Guamajal, de la ciudad de Santa Clara, le comunicó vía telefónica a la familia, que Pérez Paseiro “se encuentra muy decaída y con serios problemas de presión arterial y a raíz de dar positivo a la COVID fue aislada, sin precisar si el aislamiento es en celdas o en un puesto médico”.

Donaida Pérez Paseiro tiene 51 años de edad y en el momento de ser arrestada se desempeñaba como presidente de la Asociación Yorubas Libres de Cuba. Recientemente el gobierno de los Estados Unidos le exigió al régimen de La Habana la inmediata liberación de la prisionera política y de su esposo Loreto Hernandez, así como la del pastor evangélico Lorenzo Rosales.

Pérez Paseiro es una de las cinco cubanas sentenciadas a largas penas por el 11J, que enviaron una carta desde la prisión en la cual afirmaron que continuarían alzando sus voces por los derechos del pueblo. Las otras firmantes fueron Arianna López Roque, Nidia Bienes Paseiro, y las hermanas Lisdany y Lisdiany Rodríguez Isaac.

“Queremos dejar bien claro que somos inocentes, que no cometimos delito alguno, solamente salimos a las calles el pasado 11 de julio del 2021 a manifestarnos pacíficamente con la idea de vivir en un país libre y democrático junto a miles”, manifiestan las prisioneras en la carta.

Las mujeres denuncian que son víctimas de un “ajuste de cuentas de aquellos que movidos por el odio hacia quienes defienden sus ideas, golpean, encarcelan y hasta matan a todo aquel que no está de acuerdo con su absurda política comunista”.

También que fueron sometidas a “un juicio lleno de falsas acusaciones y totalmente dirigido por la policía política. (…) A pesar de nuestra situación, no dejaremos de levantar nuestra voz, de exigir no solo nuestros derechos, sino el de un presidio político que por años ha sufrido las torturas y los crímenes de este régimen”.

Las presas políticas pidieron a “todos los organismos de derechos humanos en el mundo y a todas las personas de buena voluntad para que se unan a nuestro clamor, a nuestra lucha que es digna y justa, así como nuestras ideas son claras y firmes”.

Unas 218 mujeres cubanas fueron detenidas por las protestas que estallaron en la isla el verano pasado, y de ellas al menos 68 permanecían en las cárceles a finales de junio de 2022, según una investigación publicada por el medio independiente YucaByte.

 

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