En 2020 el gobierno cubano ingresó unos 4 millones de dólares por la venta de bicicletas eléctricas en todo el país, un medio de transporte que se ha vuelto popular debido al deterioro del parque automotriz en la isla.
Todo el mundo quiere una “motorina” —como las llaman en Cuba—, y el gobierno lo sabe y lo aprovecha. Para cumplir con la demanda, la Empresa Ángel Villareal Bravo, de Villa Clara, conocida como Ciclos Minerva, producirá en 2021 unas 10 000 bicicletas eléctricas, la cifra más alta desde la incorporación de esa línea en su cartera de negocios.
Según Granma, el pasado año, la entidad alcanzó los 25 millones de pesos por concepto de ventas, de ellos, más de cuatro millones en moneda libremente convertible (MLC).
Ciclos Minerva cuenta con tres proveedores en el exterior, y procede a la firma de otro contrato, lo que le permitirá asegurar la materia prima y cerrar este año con ventas totales por encima de los 150 millones de pesos, y mayores ingresos en MLC.
Elier Pérez Pérez, su director general, explicó al periódico del Partido Comunista que este año comenzarán a ensamblar bicicletas mecánicas, es decir, “normales”, para su venta en tiendas CUP y MLC.
Actualmente Ciclos Minerva trabaja en varios proyectos de desarrollo en fase de pruebas, que comprenden cinco modelos de triciclos eléctricos de carga y pasajeros y dos modelos de cuatriciclos eléctricos.
En un país donde un auto viejo de fabricación rusa con retoques puede costar más de 20 mil dólares y que vive una crisis intermitente de transporte desde 1990, estos aparatos resuelven las necesidades básicas de algunos cubanos. La mayoría no puede comprarlas, pero de seguro muchos más que los que logran agenciarse un automóvil.
Sin embargo, no todo es color de rosas. Al parecer, algunas motos están mal hechas, pues se han reportado incendios y explosiones de las llamadas “motorinas” en varias provincias del país.
En Mayabeque, el 21 de este mes, el estallido de uno de esos artefactos provocó un incendio que arrasó con tres casas en el batey del central azucarero Boris Luis Santa Coloma, ubicado en el municipio de Madruga.
El pasado 26 de febrero, en la provincia de Villa Clara, ocurrió otro desastre similar, de acuerdo con una publicación realizada por un usuario de la red social Facebook. El internauta, que se identifica como Axer Padrón, acompañó su publicación con varias imágenes del lugar del incidente.
Las estadísticas refieren que la incidencia más alta de incendios relacionados con las motos eléctricas ocurrió durante el 2019, con 221 explosiones, pero la información divulgada recientemente por el Cuerpo de Bomberos de Cuba precisa que en 2020 los números se duplicaron.
Hay que destacar que hasta octubre del año pasado fueron registrados 485 de estos incendios, siendo La Habana la provincia con más reportes, con un total de 186.