Sin divisas no habrá motos eléctricas

Las motos tienen grandes prestaciones para vehículos de su tipo: amortiguadores de hidrógeno comprimido, sistema de frenado por cable, superior aerodinámica y ruedas de gran diámetro.
La fábrica necesita más divisas para continuar la producción
 

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La falta de divisas impide a la fábrica de motocicletas eléctricas Ángel Villareal Bravo de Villa Clara mantener un ritmo de producción estable, en un país donde ese medio de transporte tan sencillo de hacer es uno de los pocos asequibles al bolsillo de algunos cubanos.

Al parecer, la parte más costosa de estos aparatos son las baterías, que se adquieren en el mercado internacional. Las deudas con los proveedores impidieron seguir comprándolas y ahora la instalación debe ingeniárselas para pagar las deudas y seguir con la producción.

“Desde el mes de enero del año en curso, la fábrica implementa la venta de motos eléctricas a personas naturales residentes en el exterior, a través del comercio electrónico, mediante el cual el cliente financia la compra de la bicicleta, empleando divisas como medio de pago”, aseguró al diario Granma el director, Eliel Pérez.

Hasta septiembre tenían vendidas por esa vía un total de 331 motos y 67 triciclos, señala Eliel Pérez, quien añade que estos últimos han tenido mucha mayor aceptación por su utilidad para facilitar los negocios y el movimiento de personas de la tercera edad.


Ciclos Minerva, como se conoce popularmente a la fábrica, tiene un contrato firmado con dos proveedores, el primero de los cuales suministrará cinco mil motorinas y mil triciclos, y el segundo, mil bicicletas eléctricas, refiere el director, quien añade que en todos los casos la batería a emplear será de litio.

Para financiar lo contratado, se acordó con los proveedores un plazo de 150 días, partiendo de un ciclo que incluye su producción, embarque y travesía hacia Cuba, el ensamblaje aquí, su comercialización y la retribución del valor de la compra a los suministradores, lo cual se ha venido cumpliendo.

Sobre la posible venta en las nuevas tiendas abiertas para recaudar divisas, el director general de la empresa explicó que por el momento no está contemplado, pues la producción no alcanza.

En un país donde un auto viejo de fabricación rusa con retoques puede costar más de 20 mil dólares y que vive una crisis intermitente de transporte desde 1990, estos aparatos resuelven las necesidades básicas de algunos cubanos, pues su precio es 999 dólares. La mayoría no puede comprarlas, pero de seguro muchos más que los que logran agenciarse un automóvil.

Las motos producidas por Ciclos Minerva tienen grandes prestaciones: amortiguadores de hidrógeno comprimido, sistema de frenado por cable, superior aerodinámica y ruedas de gran diámetro, entre otras bondades.   

 

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