Desde que se detectaron los primeros casos positivos al nuevo coronavirus en Cuba, ha estado presente en la población el temor a que la crisis epidemiológica se agrave con el surgimiento de nuevos brotes de dengue, enfermedad que transmite el mosquito Aedes Aegypti.
Este 26 de agosto la columna Acuse de recibo, del oficialista periódico Juventud Rebelde, se hizo eco de una carta enviada a su redacción por Luis García Peraza, quien es vecino de Calle G no. 257, entre Línea y 13, Vedado, La Habana. Denuncia que cerca de su vivienda, en la azotea de la que hasta ahora era la Secundaria Básica Carlos J. Finlay, ubicada en la calle 11, esquina a G, se ha acumulado agua de lluvia desde hace algunos meses, al parecer por obstrucción en los tubos del drenaje, lo que ha servido para que surja ahí un criadero de mosquitos que aqueja a los vecinos de los alrededores.
Explica Luis García que el pasado 21 de agosto fue a la Dirección Municipal de Educación del municipio a alertar sobre esta situación, y la inspectora Marilín Bajuelo le informó que la secundaria radica ahora en el edificio contiguo, por la misma calle 11, y que ese inmueble ya no les pertenece, y en lo adelante será utilizado por otra entidad que no pudo precisar. Le sugirió preguntar en el Gobierno municipal.
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Luego de esto, García Peraza le comunicó el asunto al funcionario del Puesto de Mando del Consejo Popular Rampa, y este se comprometió a trasladar la información al Gobierno municipal. Aun así Luis informó también al Gobierno municipal por conducto del Puesto de Mando de Calzada y 4, Vedado. Su esposa solicitó servicio de fumigación para las casas de los alrededores, y el delegado de la circunscripción fue informado también.
Tres días después Luis volvió a comunicarse con el Puesto de Mando del Gobierno municipal, e insistió en la potencial peligrosidad de la proliferación de mosquitos en su casa y otras del área; tras lo cual se presentó en el Departamento de Vectores, en Calzada y A para pedir que fueran a fumigar las casas cercanas a la exescuela, pero le dijeron que ya habían enviado una profesional al sitio para observar y tratar de solucionar la acumulación de agua.
A todas estas, afirma Luis que una vecina de la cuadra ha realizado también similares gestiones para que fumiguen, destupan el desagüe, y eliminen el criadero de mosquitos, pero nada, y los mosquitos continúan campeando por su respeto.
"Hasta el momento de redactar esta carta, 25 de agosto, no hemos visto que se haya dado solución a la situación de la azotea del edificio de la escuela, ni han venido a fumigar", concluye su carta.