A decir de las autoridades de Paraguay, la carne de ese país se vende con "mucho éxito" en las tiendas de moneda libremente convertible (MLC) de Cuba.
En un comunicado oficial de la embajada paraguaya explican que el producto está siendo suministrado por las empresas Vima World Ltda. y la Importadora, Exportadora y Comercializadora MTG Ltda., ambas de capital extranjero asociadas a la Cámara de Comercio de Cuba y dedicadas a la importación, exportación y distribución de alimentos.
"Esta venta de carne paraguaya en plena pandemia reafirma la calidad superior del producto cuya aceptación entre la población es alta debido precisamente a la excelencia de la producción cárnica nacional en sus diversos estamentos", agrega la nota.
Sin embargo, lo que ignora la sede diplomática es que millones de cubanos de a pie, con salarios medios de 30 dólares mensuales, no pueden acceder a estas tiendas.
La embajada sudamericana también señaló que pese a que el régimen de La Habana tiene una economía centralizada, "le abre las puertas a la producción nacional".
Por último informaron que tras el paso de la tormenta tropical Laura este fin de semana por la isla, ningún ciudadano paraguayo fue afectado y se mantienen en contacto con estos.
También el sitio Última Hora reportó este jueves que Cuba aumentó tres veces su compra de carne paraguaya entre enero y julio de 2020. En ese periodo importó 47,8 toneladas a un precio por encima del promedio.
Este medio agrega que en los primeros siete meses de este año Cuba compró el producto por 287,591 dólares; a un precio de 6.017 dólares por tonelada, cifra supera a la cotización que pagó en el mismo periodo del año pasado, pero también es mayor al promedio general de 4,072 dólares por tonelada que se experimentó hasta julio.
¿Por qué el régimen tiene que comprar la carne paraguaya a precios altos y no la produce en Cuba?
Mientras las autoridades tienen que echar mano de importaciones en medio del nuevo coronavirus, el ganado de la isla se va perdiendo.
Son constantes las noticias publicadas en los propios medios oficialistas que dan cuenta del deterioro de animales y cosechas, víctimas del abandono gubernamental.
Hasta mediados de junio, solo en Las Tunas habían muerto 2954 reses por desnutrición en los últimos meses.
Esto se debe principalmente a que los ganaderos no son capaces de garantizar los alimentos para la época de seca, y no solo se trata del pasto, o el pienso, esto incluye también no disponer de reservas suficientes de agua. Tengamos en cuenta que como mínimo una res necesita 120 litros diarios del preciado líquido.