Dicen que cuando el río suena, piedras trae. La máxima podría aplicarse a los días que corren en Cuba: cuando el gobierno y sus voceros mediáticos repiten como un mantra que los ciudadanos “deben ahorrar electricidad”, casi podemos sentir encima el peso de los temidos cortes eléctricos programados.
Jorge Armando Cepero Hernández, director general de la Unión Nacional Eléctrica, dijo que era posible la ocurrencia de “afectaciones al servicio eléctrico a la población (los molestos y no deseados apagones), al no poder cubrir el crecimiento de la demanda existente”.
Según un artículo del periódico de propaganda oficial Granma, la causa de la probable crisis de electricidad es que el aislamiento social ha provocado “un incremento del consumo en el sector residencial, debido a que las personas permanecen más tiempo en sus viviendas y al incremento de las temperaturas en la primera quincena del mes de abril”.
El jefe de la UNE dijo al periódico del Partido Comunista que la empresa necesita “que las familias cubanas adopten estrictas medidas de ahorro en el hogar”.
El consumo de energía eléctrica del país acumulado en los 13 primeros días de abril se encontraría en valores superiores a igual periodo del año pasado (1 % por encima y 6,3 Gigawatts/hora), similares a los consumos promedios de los meses de julio y agosto.
“Si los más de cuatro millones de consumidores residenciales que existen en el país no toman conciencia de la necesidad del ahorro, habrá un incremento del consumo de combustible diésel”, afirmó el funcionario.
Otra vez, los ciudadanos tendrán en sus manos la “responsabilidad” de lo que ocurra en cuanto a disponibilidad energética en el país, cuyo gobierno dice que tiene dificultades para acceder a suministros de petróleo debido al embargo de Estados Unidos.
Cepero Hernández aseguró que en el “sector estatal” (todas las empresas y la mayoría de los servicios del país) “se han orientado las medidas para que las entidades (…) cumplan con los planes de consumo aprobados, en función de la disminución del personal que labora en muchos centros”.
No obstante, la nota de Granma cierra recalcando que “la familia cubana” es decisiva para que no ocurran los apagones, y según el director de la empresa estatal “debe ser consciente de la necesidad del ahorro desde el hogar”.
Como “demostración”, el funcionario saca sus cuentas: “si cada consumidor del territorio nacional apaga una lámpara de 20 Watts, permite disminuir la demanda eléctrica en 80 megawatts, lo que representan alrededor de 26 toneladas de combustible diésel, el más caro que se utiliza en la generación eléctrica del país”.
Los “apagones” que estaban a la orden del día en los peores años de la crisis económica del país, son un fantasma que acompaña al régimen castrista en todo momento, para pesadilla de los ciudadanos. Por estos días en que el coronavirus ha sumado penurias a la ya difícil vida en la isla, el gobierno alerta ha dejado abierta la puerta para que regresen de manera programada.
Los apagones llegaron ya
Aunque oficialmente lo han atribuido a fallas puntuales del sistema eléctrico, lo cierto es que han estado ocurriendo apagones. La semana anterior comenzó con varios usuarios de redes sociales reportando cortes eléctricos en varios lugares.
El martes fue particularmente “oscuro” para muchos cubanos, pues varios denunciaron apagones no programados que ponen en peligro los equipos eléctricos y, por falta de refrigeración, el buen estado de la comida que logran conseguir en la isla.
“Apagones y coronavirus no son una buena combinación. Los alimentos se pudren por descongelamiento; el calor insoportable hace que la gente salga de la casa; la oscuridad se presta para actos vandálicos. Ojo con esto”, reclamó el periodista José Raúl Gallego en un tuit en el que etiquetó a la cuenta oficial del gobierno @PresidenciaCuba.
Un grupo de vecinos en Alamar (La Habana), reaccionaron con aplausos en la noche del martes pasado ante un corte eléctrico no anunciado, otro de varios ocurridos durante el día.
En los barrios de Santos Suárez y Cojímar también hubo cortes a inicios de semana. Un usuario reportó desde Cojímar que vivió “una noche más de Apagón en Cojímar con inmenso calor y nubes de mosquitos” y llegó a una amarga conclusión: “si no morimos del Covid19 lo haremos de Dengue o desesperación”.
El jueves, un funcionario del régimen cubano que apareció en la Televisión de Las Tunas, recomendó a las personas desconectar los refrigeradores durante dos horas diarias para evitar los apagones, comunes en medio de la pandemia del coronavirus.
La crisis energética en Cuba no llegó con la pandemia de coronavirus. El presidente Miguel Díaz-Canel consideró a finales de febrero “un verdadero milagro” que no se hayan producido cortes de electricidad “significativos” a pesar que desde hace meses hay interrupciones del suministro de combustible (principalmente desde Venezuela) a Cuba, que el Gobierno atribuye a presiones de EE.UU. a las navieras y aseguradoras.
