La ex profesora universitaria y activista a favor de la democracia en la isla, Omara Ruiz Urquiola, indicó a ADN Cuba que otra vez, el régimen ha interrumpido su conexión telefónica. “Ni siquiera puedo hacer llamadas” señaló la defensora de los derechos humanos, por una vía alternativa de comunicación para denunciar esta habitual arbitrariedad.
ETECSA, monopolio de las telecomunicaciones en Cuba, opera bajo las indicaciones de la Seguridad del Estado y bloquea las líneas y el acceso a Internet de las voces opositoras, violando el derecho a los servicios que pagan a precios exorbitantes, como el resto de los ciudadanos que no son beneficiados por empresas castristas.
Ruiz Urquiola, se encontraba entre los activistas, artistas y periodistas independientes que se reunieron en la sede del Movimiento San Isidro en protesta por la detención arbitraria y violenta del músico Denis Solís González el 9 de noviembre de 2020, sentenciado a 8 meses de privación de la libertad por 'desacato' a la autoridad”, en un proceso sin garantías de justicia.
El jueves 26 de noviembre, la sede del Movimiento fue asaltada y desalojada a la fuerza por agentes de Seguridad. Los artistas y activistas fueron detenidos y liberados horas más tarde, salvo Luis Manuel Otero Alcántara, retenido y trasladado a un hospital, donde continuó con la huelga de hambre hasta el 29 de noviembre. Desde entonces los activistas permanecen sitiados por agentes del aparato represor del régimen cubano y sus líneas telefónicas son interrumpidas.
También continúa el acoso de la policía política a los activistas y aliados del Movimiento San Isidro (MSI), que con sus acciones pacíficas por los derechos humanos ha despertado la solidaridad de cubanos dentro y fuera de la isla.
La ex profesora y curadora de arte Anamely Ramos, y Omara Ruiz Urquiola, quienes ofrecieron asistencia a los huelguistas de hambre del MSI, todavía están bajo un arbitrario cerco policial.
“Dos patrullas al doblar la esquina y varios agentes de la Seguridad del Estado en frente. Esta es su manera de dialogar, seguir con sus ilegalidades y violar cuanto derecho exista”, denunció Ramos en un post de Facebook.
Aseguró que luego de una breve “tregua”, al parecer por la consulta oncológica de Omara Ruiz, este viernes fue “el séptimo día de nuestra vigilancia permanente, sin que puedan decirnos ningún argumento lógico que la justifique”.
Ramos, una intelectual respetada por colegas y ex alumnos que le han hecho saber su apoyo durante estas semanas de represión, dijo a los agentes del régimen: “¡Vergüenza para todos ustedes que nos acosan! Vergüenza por esa campaña difamatoria mal articulada que nos asocia a sabotajes y actos terroristas delirantes. Todos saben quiénes somos nosotras, allí están nuestros estudiantes todavía manifestándose a nuestro favor”.
Por su parte, la activista y comunicadora independiente Iliana Hernández (quien estuvo en huelga de hambre en Damas 955, la sede del MSI), publicó un video en el que se ve a policías vigilando en las afueras de su vivienda.
“Una patrulla en la esquina de I y otra en la esquina de J donde pararon a mi tía para pedirle el carnet, aquí el represor también”, denunció.
También continúa sitiado este sábado el comunicador independiente Héctor Luis Valdés, a quien impidieron durante los días de la huelga llegar hasta la sede del MSI y lo han detenido por su activismo anti régimen.
“¡Segundo día consecutivo de vigilancia! Nada más que decir…”, escribió Valdés junto a una fotografía que compartió en Facebook, en la que se ve al menos a dos policías de uniforme y un agente de civil, de la Seguridad del Estado.
Los acontecimientos vinculados a estos y otros activistas que exigen la liberación del rapero aficionado Denis Solís, elevaron la tensión política durante las últimas dos semanas y han conllevado a que hoy los miembros del MSI y varios artistas y activistas estén siendo acosados o reprimidos de diversas maneras.
Lea también
La Seguridad del Estado del régimen cubano impide además al periodista y escritor Carlos Manuel Álvarez el libre tránsito en Cárdenas, así como ver a su madre e ir a su casa en ese municipio matancero, bajo el pretexto de una supuesta cuarentena necesaria por la pandemia de COVID-19.
“Estoy en Cárdenas desde ayer, vine a ver a mi familia, pero sigo en secuestro domiciliario. Salía de la casa de mi abuela para la casa de mi madre, a quien solo vi ayer unas horas, y después de unas pocas cuadras me detuvieron. No puedo ver a mi madre”, denunció el director de la revista El Estornudo en su perfil de Facebook.
Represores del régimen cubano agredieron a la madre de Anyell Valdés, una de los 14 activistas y defensores de los derechos humanos que se atrincheraron durante días en la sede del Movimiento San Isidro (MSI), mientras se disponían a arrestarla de manera arbitraria por salir de su domicilio.
“Cuando salimos de la casa, una cuadra arriba, con los dos muchachos y mi hija, me atacó la Seguridad del Estado en una moto, un patrullero y un carro cómico”, denunció la madre de Valdés, una anciana que a todas luces sufrió por tan lamentable experiencia.
“Me empujaron para quitarme la mochila que yo llevaba. No me dejaron ir a buscar la leche a La Palma, ni los zapatos de los niños para la escuela el lunes. A mi hija la dejaron presa en el Capri”, detalló.
Su denuncia fue compartida en redes por la comunicadora independiente y activista Iliana Hernández, otra de las que estuvo en Damas 955, sede del MSI, exigiendo la liberación del rapero contestatario Denis Solís y el cese de la represión y la vulneración de los más elementales derechos y libertades individuales en Cuba.