Policías del régimen cubano arrestaron al artivista Luis Manuel Otero Alcántara, dentro de su casa este sábado en la tarde. Según precisan varios activistas en redes sociales fue conducido hasta la estación de policía de la Habana Vieja, localizada en Cuba y Chacón.
La profesora e historiadora de arte Anamely Ramos, quien se dirigía hacia la residencia de Otero Alcántara, al conocer de la detención arbitraria, fue hasta la estación policial para exigir su liberación.
La activista Omara Ruiz Urquiola refirió a ADN Cuba que Ramos fue expulsada de la Estación, tras el pretexto de que no usaba correctamente la mascarilla sanitaria. Eso ocurrió alrededor de las 7:00 p.m. hora de Cuba, cuando comienza el toque de queda en la capital, y desde entonces no ha sido posible volver a contactarla, aunque aseguró que no se movería de allí hasta tener información.
Hasta el momento se desconoce la justificación bajo las cuales las fuerzas policiales irrumpieron en la casa del artivista.
El Movimiento San Isidro cumple este 12 de septiembre dos años de existencia. Dos años de ardua defensa de los derechos civiles y culturales de los cubanos, que ha hecho que sean también dos años de continua batalla contra un régimen que se niega a tolerar la disidencia, la libertad y el activismo auténtico en pos de una sociedad mejor.
Del aniversario dio cuenta esta mañana el artista y activista Luis Manuel Otero Alcántara, uno de los fundadores y rostros más visibles del movimiento. “Un día como hoy hace 2 años se fundó el Movimiento San Isidro. Un colectivo de artistas y gestores culturales que más que Unidos por la libertad de expresión, salvar la cultura libre y la libertad de Cuba, somos una familia súper conectados”, escribió en su perfil de Facebook.
Fundado con el propósito declarado de denunciar la aprobación del Decreto 349, que estrechaba aún más las libertades creativas y culturales en Cuba, el Movimiento San Isidro se define a sí mismo como un grupo de vanguardia “con incidencia en la protección, promoción y defensa de los derechos civiles y culturales en la Cuba presente y futura”.
Pese a su corta edad, ha tenido una existencia intensa en la que han abundado los performances, talleres y creaciones encaminadas a desnudar las realidades de un régimen opresor, que no permite la verdadera realización liberadora del arte.
El ímpetu y activismo de sus miembros ha hecho que el movimiento sea vigilado, perseguido y castigado. Luis Manuel, Maykel Osorbo, Claudia Genlui Hidalgo y otros muchos miembros han sido víctimas frecuentes del acoso de la Seguridad del Estado, así como de detenciones arbitrarias, encierros injustificados, maltratos físicos, hackeos y hasta violaciones de su vida íntima.