Que sigue habiendo prácticas cotidianas en Cuba que atentan contra una mitigación efectiva del coronavirus nadie lo duda. Bueno, nadie, excepto el Granma y el Partido al cual le hace día a día la vocería, porque incluso varios periodistas de otros medios oficialistas se han sumado a denunciar las largas colas y aglomeraciones que propician una eventual mayor propagación de la enfermedad.
Pese a las medidas de confinamiento, muchos cubanos deben salir a diario de sus casas a hacer enormes colas (filas) para intentar conseguir lo indispensable y sobrevivir día a día; intentar, porque luego de horas de estar fuera de su casa, rodeados de muchas otras personas entre las que puede haber cualquier caso asintomático de COVID-19, pueden tener que regresar a sus casas con las manos vacías.
Una nueva escena de colas inmensas se produjo este viernes en Majagua, municipio de la central provincia de Ciego de Ávila, y fue denunciada vía redes sociales por el periodista José Alemán Mesa, que, según refiere en su perfil de Facebook, trabaja en el periódico provincial Invasor y en la corresponsalía en la provincia de la Agencia Cubana de Noticias.
Alemán compartió un post con imágenes que muestran una fila enorme en torno a un establecimiento de la cadena Tiendas Panamericanas, aun cuando en el municipio, al momento de su publicación, había cuatro casos positivos de coronavirus.
“Esto es Majagua hoy, donde se acumulan cuatro positivos a la COVID-19, con dos (enhorabuena) altas. El jabón y champú, el aceite y el detergente, hoy convoca más personas que un desfile. Pareciera confianza fusionada con necesidad, incluso con necedad. Consejo de Defensa Municipal, ¿dónde estás? Por favor, descentralicen las unidades”, cuestionó el joven periodista.
Su pedido es coherente con lo que supuestamente iba a hacer el gobierno al suspender el transporte público y decretar el confinamiento: hacer llegar los alimentos y productos de diversa índole a las distintas comunidades. Sin embargo, a juzgar por las imágenes que día tras día se comparten desde la isla, la medida va quedando en utopía, lo que obliga a muchos a aglomerarse en torno a tiendas y otros establecimientos de comercio minorista.
“No podemos exponer ni exponernos al riesgo. El pico de contagio está ahora a un mes precisamente por cosas como esta, que no se atajan a tiempo. A mi pueblo, pongan de su parte, distanciamiento. Pensemos que lo que está en juego no es un pomo de aceite. Veo estas cosas y siento que todo lo que he dicho y han dicho nuestros dirigentes, lo que han repetido hasta el cansancio nuestros compatriotas, es en vano. En fin, que sea lo que Dios quiera”, continuó su post el periodista, que optó por pedir prudencia a las personas ante la ineficacia de las medidas gubernamentales.
Pero cuando la necesidad apremia, la cuarentena puede quedar en mito, como se ve. Ojalá y al reportero avileño no le cueste el enseñar estas fotos lo mismo que a la locutora de la radio oficialista santaclareña, que tuvo que apartarse del medio, presumiblemente hasta que pase la pandemia, por haber expuesto en redes sociales los casos del hogar de ancianos con muchos contagios antes que lo hiciera el Ministerio de Salud Pública.
