La central termoeléctrica “Antonio Guiteras Holmes”, ubicada en la provincia de Matanzas y una de las más importantes de Cuba, se detuvo este lunes para “mantenimiento”, según informaron medios gubernamentales.
La nota reproducida en medios de prensa estatales, habla de “una corta parada” de tres días para reparaciones “destinadas a optimizar la potencia de generación de la industria”, que funciona desde 1988.
Rubén Campos Olmo, director general de la termoeléctrica dijo que se proponen “concluir las labores en un plazo inferior a las 72 horas, en el afán de afectar lo menos posible al Sistema Electroenergético Nacional (SEN)”.
Por estos días, el servicio eléctrico de Cuba se verá privado del “bloque unitario más eficiente del país”, según fuentes oficiales.
La energía dejada de producir por la Guiteras deberá suplirse con otras plantas eléctricas, y también el costoso sistema de generación distribuida, los Grupos Electrógenos que introdujo Fidel Castro a inicios de los 2000.
Esa alternativa utiliza diésel, combustible deficitario en Cuba, por lo que detener la termoeléctrica de Matanzas es una carrera contra el tiempo, en un país que con toda su capacidad en funciones no deja de reportar cortes sin aviso que mantienen a los ciudadanos a oscuras durante horas.
Campos Olmo pidió a los habitantes de esa provincia que aumenten el “uso racional de la energía eléctrica, teniendo en cuenta el crecimiento en un 10 por ciento del consumo en el sector residencial de Matanzas, consecuencia del aislamiento social para mitigar el daño de la COVID-19, medida que mantiene en casa a la familia”.
En el año 2002, en la central termoeléctrica Guiteras hicieron una conversión tecnológica para que produjera electricidad quemando crudo nacional, en lugar de fuel oil que deben comprar en el extranjero.
El 20 de abril pasado Jorge Armando Cepero Hernández, director general de la Unión Nacional Eléctrica, dijo que era posible la ocurrencia de “afectaciones al servicio eléctrico a la población (los molestos y no deseados apagones), al no poder cubrir el crecimiento de la demanda existente”.
Según un artículo del periódico oficial Granma, la causa de la probable crisis de electricidad es que el aislamiento social ha provocado “un incremento del consumo en el sector residencial, debido a que las personas permanecen más tiempo en sus viviendas y al incremento de las temperaturas en la primera quincena del mes de abril”.
El jefe de la UNE dijo que la empresa estatal necesita “que las familias cubanas adopten estrictas medidas de ahorro en el hogar”. El consumo de energía eléctrica del país acumulado en los 13 primeros días de abril se encontraría en valores superiores a igual periodo del año pasado (1 % por encima y 6,3 Gigawatts/hora), similares a los consumos promedios de los meses de julio y agosto.
“Si los más de cuatro millones de consumidores residenciales que existen en el país no toman conciencia de la necesidad del ahorro, habrá un incremento del consumo de combustible diésel”, afirmó hace dos semanas el funcionario.
Los “apagones” que estaban a la orden del día en los peores años de la crisis económica del país, son un fantasma que acompaña al régimen en todo momento, para pesadilla de los ciudadanos. Por estos días en que el coronavirus ha sumado penurias a la ya difícil vida en la isla, el gobierno alerta ha dejado abierta la puerta para que regresen de manera programada.
