La comunidad científica internacional intenta descifrar las causas que originan que el nuevo coronavirus afecte a unos países por encima de otros. Los criterios de selección de la COVID-19 posee rasgos muy particulares y engañosos. Las respuestas devenidas de estas investigaciones podrían determinar maneras más efectivas de protección y que tiempo necesitamos cuidarnos.
El coronavirus causa daños en la mayoría de los países, aunque su impacto carece de un patrón. Varias son las teorías y especulaciones que existen, pero aún no aparece un estudio que revele el por qué unos países sufren más daños que otros.
Cuatro resultan ser las condicionantes en análisis: demografía, cultura, medio ambiente y la rapidez de las respuestas gubernamentales ante la crisis epidemiológica. Sin embargo, las comparaciones explicitan datos contradictorios.
Ahora mismo el tiempo de desarrollo del virus es tan poco que aventurarse a dar respuestas certeras parece inconveniente. Infobae, en una de sus informaciones, sostuvo que Ashish Jha, director del Instituto de Investigación de Salud Global de Harvard dijo que” "Estamos muy temprano en esta enfermedad. Si esto fuera un juego de béisbol, sería la segunda entrada y no hay razón para pensar que para la novena entrada el resto del mundo que ahora parece no haber sido afectado no lo será".
Un factor determinante para enfrentar esta enfermedad parece ser la edad. Los más jóvenes pueden desarrollar síntomas más leves o ser asintomáticos gracias a la fortaleza de sus sistemas inmunológicos. Además, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), existe una baja probabilidad de que alguien de menor edad presente los problemas de salud (regularmente hipertensión, diabetes y obesidad) que hacen que la COVID-19 sea mortal, en algunos casos.
El medio de comunicación antes mencionado estima que en Tailandia y en Najaf, Irak, el grupo etario con la tasa de infección más alta fue el de 20 a 29 años, pro que no presentaban casi síntomas. Sin embargo, Japón es una excepción de esta regla demográfica porque tiene la población media más antigua del mundo y las muertes registradas son inferiores a 520.
Otro elemento podría ser lo cultural. Muchos países toman el distanciamiento social como una práctica rutinaria. En los casos de Tailandia y la India, donde actualmente el número de contagios es relativamente bajo, sus ciudadanos se saludan en la distancia. En Japón y Corea del Norte antes del coronavirus ya sus habitantes usaban cubre bocas en caso de enfermedades respiratorias leves.
La experiencia anterior con otros coronavirus indica que son menos contagiosos en climas cálidos y de alta humedad relativa. Aunque los científicos aseguran que el clima no es una manera de contener el virus.
“La mejor conjetura es que las condiciones de verano ayudarán, pero es poco probable que por sí solas conduzcan a una significativa desaceleración del crecimiento o a una disminución de los casos”, dijo Marc Lipsitch, director del Centro de Dinámica de Enfermedades Contagiosas de la Universidad de Harvard.
Según un estudio de la Universidad de Connecticut, los rayos ultravioletas de la luz solar inhiben a la COVID-19. Esto advierte que las áreas más soleadas pueden estar menos tiempo contaminadas, aunque la transmisión no necesariamente puede ocurrir al tocar una superficie sino por el contacto humano.
También las cuarentenas tempranas y estrictas parecen dar resultado y evitar curvas de contagio aceleradas. Los casos más destacados son Vietnam, Grecia y algunos países africanos con conocimientos previas gracias a otras enfermedades infecciosas. Del mismo modo las prohibiciones de conclaves religiosos y eventos multitudinarios como los deportivos o culturales han ayudado en la contención del coronavirus. Por otro lado, algunos países donde la reacción fue tardía y la aplicación de medidas de contención social no fue acertada no presentan grandes problemas como Camboya o Laos, ambos no han registrado nuevos casos en las últimas tres semanas, según Infobae.
Las evidencias hasta el momento denotan que países con culturas y climas similares están mostrando resultados diversos. Los expertos no se aventuran a señalar un solo factor de riesgo, sino la combinación de muchos, aunque por el momento todo quede en terreno de la duda.