Cada vez son más los barrios de La Habana que regresan al confinamiento y las medidas severas para cortar la transmisión del coronavirus. Los casos confirmados aumentan a pesar del anuncio de las autoridades que aseguraron tener “bajo control” la epidemia y el 3 de julio comenzaron la desescalada en la ciudad más importante de Cuba.
Actualmente se encuentran “bajo reforzamiento de las medidas de aislamiento” por la detección de focos del virus que provoca la COVID-19, zonas de la urbe como Los Sitios (municipio Centro Habana), Amistad, Pilar- Atarés (municipio Cerro), Lawton (municipio Diez de octubre), además de un lugar de San Francisco de Paula (la Habana Vieja) y Cuatro Caminos del municipio Cotorro, informaron fuentes oficiales.
En una reunión de este lunes entre autoridades provinciales del régimen, el jefe del Partido Comunista en la capital cubana, Luis Antonio Torres Iríbar, precisó que además se arreció el confinamiento en el área de Lechuga-Marrero, en el municipio Arroyo Naranjo, “a modo de profilaxis” por su cercanía con el Cotorro y la provincia de Mayabeque, donde hay sendos focos de coronavirus.
Los barrios mencionados “no se encuentran en fase 1 [de la desescalada pos pandemia], sino que retrocedieron hacia un escenario de enfrentamiento a la COVID-19”, reconoció Torres Iríbar.
De manera general, en La Habana “la aspiración es pasar a la fase 2 sin embargo [esto] supone mostrar capacidad y avanzar desde el punto de vista técnico y cualitativo y que los indicadores [de recuperación] expresen dicho tránsito”, añadió el jerarca gubernamental.
El director provincial de Salud, doctor Carlos Alberto Martínez Blanco, dijo que hasta este lunes La Habana acumula 1 362 positivos y ha procesado 108 401 PCR, lo que representa 1,3 % de confirmación.
EN la provincia se incrementó la tasa de incidencia acumulada hasta 63,8 por cada 100 000 habitantes, con siete municipios por encima de la media provincial: Cotorro, Centro Habana, Cerro, Regla, La Habana del Este, La Lisa y La Habana Vieja.
Por otro lado, las autoridades del régimen aseguraron que existe en las playas del este de La Habana un “reforzamiento policial”, y “se mantienen un importante número de efectivos para velar por la tranquilidad de los bañistas”.
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En la zona murió este domingo un joven, “el segundo caso de la semana” según el periódico oficialista Tribuna de La Habana, “sin que mediara ningún tipo de riña o altercado”.
El coordinador de fiscalización y control del Gobierno en La Habana, Orestes Llanes, informó que en la capital se impusieron 1 561 multas, de esas 452 fueron en las playas del este y casi un centenar en el Malecón habanero.
A finales de la semana anterior, luego de 120 días de enfrentamiento a la COVID-19 en Cuba, autoridades de la isla advirtieron que La Habana podría tener un nuevo pico de casos de coronavirus.
En una reunión del gobierno cubano para analizar el impacto de la ciencia en el enfrentamiento a la enfermedad pandémica en Cuba, se mostraron alarmados por el repunte de casos en la capital, durante lo que el régimen ha llamado “la cola de la epidemia en el país”. Sin embargo, aseguran que se mantiene el “control de la enfermedad”, algo que podría cambiar drásticamente pronto.
El decano de la Facultad de Matemática y Computación de la Universidad de la Habana, Doctor Raúl Ginovart Díaz, en una actualización de los modelos de pronósticos tomados como oficiales, alertó sobre la posibilidad de otro pico de la pandemia.