Holguín vuelve a la “normalidad” más anormal posible, en la desescalada de la pandemia

Durante más de un mes no se reportan casos de infestación por la COVID-19 en la provincia de Holguín, pero el flujo de personas aún es motivo de preocupación. Con enormes colas para comprar suministros, y represión policial, la ciudad vuelve a la “normalidad” más anormal posible
Vista de la ciudad de Holguín desde la Loma de la Cruz. Foto: Travel Notes
 

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Si bien es cierto que durante más de un mes no se reportan casos de infestación por la COVID-19 en la provincia de Holguín, el flujo de personas aún es motivo, no injustificado, de preocupación.

Así lo dejó entender en un encuentro con la prensa oficialista Héctor Pérez Osorio, jefe de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) en el territorio.

“El favorable estado en relación con la epidemia no puede verse como señal de que estamos fuera de los riesgos de contagios, sino un motivo más para incrementar las acciones de prevención y así contribuir a declarar a Holguín libre del nuevo coronavirus en un futuro próximo”, aclaró.

Pese a esto el régimen ha decretado la primera fase de recuperación post pandemia, una apuesta que pudiera no tener resultados halagüeños si por algún motivo existiera un rebrote de la enfermedad.

El transporte público se ha restablecido discretamente y se nota una mayor presencia de población en todas partes. Araceli Martínez, una trabajadora holguinera dice que “poder ir y venir al trabajo en guagua es una felicidad”.

Explica que “aunque se mantiene la medida de montar poco personal y continuar el uso del nasobuco, ahora ya volvieron las guaguas a funcionar y hay moto taxis también, ya estaba cansada de tener que caminar para ir al trabajo”.

Sin embargo, sobre el peligro latente asegura: “Aquí ya no hay nada, eso es en La Habana, pero aquí hace rato ya no hay nada, además con usar el nasobuco y no pegarse a la gente ya es suficiente”.

También se sabe que las agencias de turismo han iniciado las reservaciones de capacidades hoteleras. Maikel Robert, especialista comercial de la delegación del ministerio del turismo en Holguín, informó para el periódico oficialista Ahora que ya están a la venta capacidades de los hoteles Club Amigo, Atlántico Guardalavaca y Sol Río de Luna y Mares, ubicados en la primera línea de las playas Guardalavaca y Esmeralda, respectivamente.

Están disponibles, además, cupos para las bases de campismo popular. Al respecto, el obrero Vladimir García, comparte su opinión con ADN Cuba.

“Antes no querían que fuéramos a los hoteles porque decían que los cubanos somos indisciplinados, lo acabamos con todo, pero hoy están desesperados porque empecemos a reservar, están en bancarrota y quieren que le resolvamos el problema pues los extranjeros, tarde van a poder venir”, declaró.

Es necesario acotar que los precios de estas “Aventuras turísticas” se encuentran sobre los 40 o 50 CUC por persona, una cifra alta y más ahora que muy pocos tendrán en los bolsillos agobiados por la crisis económica, extremada por el coronavirus.

Simultáneamente, aunque manteniendo las medidas de seguridad, el Hospital Clínico Quirúrgico “Lucía Íñiguez” retoma los casos de urgencias en cirugía general, angiología, urología y otras especialidades, las cuales habían trasladado sus consultas hacia el Hospital “Lenin” desde mediados del mes de abril a causa de la pandemia.

La población, empero, ha criticado siempre que las urgencias se atiendan en un hospital tan alejado del centro urbano, sobre todo por las dificultades para desplazarse en horas de la noche cuando el transporte es casi inexistente.

Otro aspecto que deja ver cierta vitalidad a la ciudad de Holguín es la vuelta de personas, mayormente jóvenes, a las escalinatas de la conocida loma de la cruz, quienes acuden para realizar ejercicios físicos, una de las actividades hasta ahora suspendidas por la policía.


“Con casi un mes sin venir a subir la loma ya me sentía mal, ahora hay que empezar despacito de nuevo, yo hacía mis ejercicios en la casa, pero no es igual”, asegura Yurima.

Ella prefiere el lugar porque, a su entender, “aquí se respira aire limpio”.

Ojalá fuese así en toda la ciudad, aunque no podemos estar seguros que el enemigo invisible del coronavirus está vencido totalmente. En la urbe continúan las enormes colas para comprar suministros y el desabastecimiento, el costo de la vida se mantiene en ascenso y no se vislumbra una mejoría a corto ni mediano plazo.

Mientras, la fiscalía provincial asegura que en los últimos días se han atendido y analizado más de 150 denuncias por delito de propagación de pandemia, sancionadas con multas, trabajo correccional con o sin internamiento y hasta con privación de libertad.

Con estos aires, Holguín vuelve a la “normalidad” más anormal posible.

 

 

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