La Facultad de Ciencias Médicas “Manuel Fajardo” lamentó la muerte del doctor Francisco Fidel Llorente Llano, víctima de la COVID-19, luego de varios días de grave padecimiento.
“La pandemia se ha llevado a un excelente profesional y de un alto grado de humanismo y solidaridad (…). Un hombre excepcional, de entrega constante, apasionado a su profesión. Tus amigos y compañeros no tenemos consuelo para envolver tu partida, solo el abrazo eterno agradecimiento para que llegues a tu eterna morada”, declaró la institución en redes sociales.
El 28 de enero La Habana reportó el primer médico cubano que falleció a causa de la pandemia en la isla, aunque no especificó nombre. Se trataba de un hombre de 49 años que había contraído la enfermedad en diciembre de 2020.
Antes, las autoridades cubanas habían lamentado la muerte de varios especialistas cubanos en Venezuela, quienes pertenecían a un refuerzo enviado a ese país sudamericano para combatir la pandemia.
El último informe del Ministerio de Salud Pública, este 8 de febrero, reportó 653 nuevos casos de coronavirus en la isla, lo que aumenta la cifra total a 33 484 desde que se reportara el primer caso en marzo de 2020, hace casi un año.
La Habana (289 diagnósticos) y Santiago de Cuba, con 107, son las provincias más afectadas. Se atienden en las terapias intensivas 68 pacientes confirmados, de ellos 36 críticos y 32 graves. Hoy fallecieron dos personas, ambas de la tercera edad, para un total de 240 muertes.
El tercer rebrote de COVID-19 en Cuba obligó a retroceder de fase epidemiológica a varias provincias y municipios, entre ellas la capital.
El régimen responsabilizó a los ciudadanos que han viajado y regresado del exterior del rebrote que padece el país desde mediados de noviembre, cuando decidió reabrir sus aeropuertos.
Si bien no ha emprendido un nuevo cierre de fronteras, decretó la reducción del número de vuelos diarios y amenaza a los cubanos residentes en el exterior con cuantiosas multas y sanciones en caso de que incumplan con las medidas sanitarias durante su estancia en la isla.
Asimismo, el 30 de enero decidió volver a la práctica de aislar durante días a todos los viajeros que arriben al país desde el exterior. Los cubanos residentes son confinados en centros de aislamiento hasta que se descarte su positividad o no a la enfermedad pandémica, mientras que los no residentes, los turistas y aquellos que regresen de viajes por motivos oficiales o profesionales son aislados en hoteles o sometidos a los protocolos aprobados por las carteras de Turismo, Comercio Exterior y Relaciones Exteriores, según corresponda por el motivo del viaje.