Iliana Hernández enfrentó ayer de una forma peculiar a la turba castrista que intentó intimidarla con un pogromo frente a su casa: con una sonrisa y haciéndolos quedar en ridículo.
Varios cubanos lo han notado al ver el video, como Lauren Díez Piñeiro, quien dijo este 9 de diciembre en redes sociales: “¡se merendó solita a toda la jauría!”. En efecto, algunas fotos del suceso muestran a Hernández toda sonriente, ripostando siempre, y sin perder jamás el aplomo.
“Esto sólo denota la ignorancia, la intolerancia y la falta de principios, de cierto sector (a mí no me obliga nadie a ser partícipe de semejante Ridículo, me dejo matar antes). Montar todo este circo frente a la casa de una persona, por no pensar como tú es deleznable y vomitivo”, aseguró la cubana residente en España.
El pogromo, o “acto de repudio”, como se conoce en Cuba a los escarnios públicos de disidentes políticos, ocurrió la víspera frente a la casa de la reportera de CiberCuba, ubicada en la localidad de Cojímar.
En las imágenes se escucha música de fondo y son visibles personas encargadas de organizar y conducir el bochornoso espectáculo. Hay banderas cubanas, carteles con consignas oficialistas, entre otros afeites con que el castrismo adorna estos acontecimientos.
Horas antes, la policía y la Seguridad del Estado desalojaron la sede del Movimiento San Isidro donde se encontraba junto a una decena de manifestantes pacíficos, quienes pedían la liberación del músico contestatario Denis Solís.
La víspera, había denunciado los movimientos de los agentes alrededor de su casa a través de un corto video.
A los medios independientes han llegado las denuncias de las profesoras Omara Ruiz Urquiola y Anamely Ramos, el artista Luis Manuel Otero, el colaborador de ADN Cuba Esteban Rodríguez, entre otros.
Las manifestaciones del Movimiento San Isidro comenzaron el 18 de noviembre, como medio para exigir la liberación de Solís, injustamente encarcelado y sometido a un juicio sumario, sin garantías legales. Como respuesta, varios integrantes de la organización comenzaron una huelga de hambre.
El desalojo de la casona ubicada en Damas 955 provocó una protesta de varios artistas e intelectuales ante el Ministerio de Cultura a favor de más libertades y respeto a los movimientos opositores, tildada por algunos como demasiado conciliadora con el régimen y celebrada por otros por su contenido contestatario.