Las autoridades sanitarias de Cuba reportaron este sábado 87 nuevos casos de coronavirus, cifra que el eleva el total acumulado desde el inicio de la pandemia en la isla, en marzo pasado, a 9354.
De los nuevos positivos diagnosticados, 78 son cubanos y nueve extranjeros, mientras que 34 fueron contactos de casos confirmados con anterioridad y 48 tuvieron su fuente de infección en otros países. En cinco no pudo establecerse el origen potencial del contagio, al tiempo que 63 de los 87 estaban asintomáticos al momento de la realización del examen de detección de la enfermedad viral.
Según los datos oficiales del Ministerio de Salud Pública (Minsap), al cierre del viernes 11 de diciembre se encontraban ingresados para vigilancia clínica epidemiológica 4114 pacientes, 747 de los cuales son sospechosos de un eventual contagio y 844 son casos confirmados y activos de COVID-19.
De estos últimos, uno está en estado crítico y siete en estado de gravedad, bajo cuidados intensivos. El resto presenta una evolución clínica estable en su padecimiento de la enfermedad pandémica, como consecuencia de la cual han muerto en la isla 137 personas.
Las provincias con mayores incrementos fueron La Habana, Pinar del Río, Matanzas y Guantánamo. La capital registró 34 de los nuevos casos, mientras que las otras dos provincias occidentales registraron ocho y la oriental nueve.
El 11 de marzo se confirmaron los primeros casos positivos de infección de coronavirus en Cuba, con tres turistas italianos de visita en el país, según datos del Minsap. A finales de junio comenzó la reapertura de la isla por etapas: primero en provincias y luego en la capital. Sin embargo, semanas después se vio un incremento de casos.
Desde el 1 de julio, el régimen, en busca de liquidez, abrió los aeropuertos de los cayos para recibir turistas. También desde el 15 de noviembre, con la reapertura del Aropuerto Internacional José Martí de La Habana, se encuentran abiertos todos los aeropuertos del país para vuelos comerciales.
Las autoridades anunciaron el cobro de una "tarifa sanitaria" de 30 dólares, que incluye la realización de una prueba PCR a la llegada de todos los pasajeros.
La capital sigue a un paso de entrar en la “nueva normalidad” que rige en la mayoría del país desde el pasado 12 de octubre. Con la mayoría de los servicios y el aeropuerto abiertos, la ciudad mantiene límite de aforo y restricciones en algunas actividades económicas.
Mientras, Pinar del Río es la única región del país todavía bajo fuertes medidas para controlar el virus y de momento se mantiene fuera de la reapertura.
Desde la apertura de fronteras en octubre, las cifras diarias de la COVID-19 en Cuba han tendido a incrementar, aunque todavía son bajas las reportadas por el régimen en comparación con registros internacionales.
Las autoridades cubanas afirmaron recientemente que esperan un alza en los casos debido al probable aumento de viajeros por las fiestas de fin de año.
A nivel mundial se han confirmado más de 69 millones de enfermos y más de un millón y medio de fallecidos. La Organización Mundial de la Salud reporta transmisión de la enfermedad en 186 países.