Cuba envió un lote de su vacuna anti-COVID-19 Abdala a Venezuela, país en el que el fármaco ha sido objeto de suspicacias y críticas por parte de los gremios científico y médico.
Del envío dio cuenta el sábado a través de las redes sociales el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB) de Cuba, productor del inmunógeno y valedor de su informada eficacia de 92,28 por ciento en ensayos clínicos.
Sin precisar cantidad, el CIGB informó del traslado del lote hacia la nación sudamericana, donde entidades como la Federación Médica Venezolana (FMV), la ONG Médicos Unidos de Venezuela (MUV) y el Colegio de Enfermería de Caracas han desaconsejado el uso de la fórmula cubana.
A inicios de julio, la FMV pidió a los venezolanos “no inyectarse” con Abdala. Douglas León Natera, presidente de la federación, catalogó al fármaco, publicitado por Cuba y sus aliados como la primera vacuna contra la COVID-19 desarrollada y producida en América Latina, como un “producto biológico experimental” que en ese entonces no había sido siquiera aprobado por el Centro de Control de Medicamentos de Cuba ni por la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
“La Abdala no es una vacuna”, indicó León Natera en un comunicado de prensa, en el que añadió que el entonces candidato vacunal no se conoce del todo y que el régimen cubano estaría usando a los venezolanos como “conejillos de india”.
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Antes, MUV había argumentado también que el fármaco no contaba con la autorización de la Organización Mundial de la Salud (OMS) ni de ninguna entidad reguladora para su uso de emergencia.
El 9 de julio, el Centro para el Control Estatal de Medicamentos, Equipos y Dispositivos Médicos (CECMED) aprobó finalmente el uso de emergencia de la vacuna Abdala en Cuba, cuyos desarrolladores han iniciado los trámites para su certificación por la OMS.
Según el CIGB, el fármaco ha mostrado una efectividad del 90 por ciento en pacientes graves y frente a la variante Delta del SARS-CoV-2, con una carga viral notoriamente mayor a la de las variantes iniciales del virus causante de la COVID-19.
Abdala tuvo esos resultados con un esquema de tres dosis espaciadas por 14 días.
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El CIGB confirmó también el sábado la producción de 30 millones de dosis para garantizar la inmunización de toda la población cubana mayor de 19 años, incluyendo embarazadas, lactantes y personas con trasplantes.
Además de en Venezuela, la fórmula cubana será aplicada en Vietnam, que compró 10 millones de dosis. Este domingo llegó un primer lote a esa nación asiática, compuesto por 900.000 dosis compradas y 150.000 donadas por Cuba.
El hecho fue resaltado en Twitter por el presidente del régimen cubano, Miguel Díaz-Canel, que también destacó el envío de un lote a Venezuela y celebró el hecho de que el fármaco sea “una creación 100 por ciento cubana”.