Las autoridades sanitarias de Cuba reportaron cuatro decesos como consecuencia de la COVID-19 por tercer día consecutivo y 650 positivos a la enfermedad pandémica en las últimas 24 horas, un nuevo récord de casos diarios.
En su parte diario, con cierre en la víspera, el Ministerio de Salud Pública (Minsap) de la isla detalló que los fallecidos, dos mujeres y dos hombres, con edades entre los 64 y los 103 años, presentaban antecedentes patológicos personales que potencian escenarios de gravedad tras el contagio en la mayoría de los casos.
La más longeva de los fallecidos fue la anciana del municipio Boyeros, en La Habana, que llevaba más de dos semanas en cuidados intensivos. Los otros fueron dos hombres de Cárdenas, Matanzas, y una mujer de 72 años residente en Santiago de Cuba.
Hasta el momento, en Cuba han muerto 170 personas como consecuencia de la enfermedad provocada por el virus SARS-CoV-2, mientras que los casos acumulados desde el inicio de la pandemia en el país, en marzo pasado, ascienden a 18 151.
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Según los datos del Minsap, al cierre del 16 de enero permanecían 46 pacientes en cuidados intensivos, de los cuales 11 son reportados en estado crítico y 35 como graves. Entre ellos hay cinco menores de edad que mantienen una evolución clínica estable dentro de su gravedad.
De los nuevos positivos diagnosticados, la mayoría correspondieron a Guantánamo y La Habana, con 206 y 153 casos, respectivamente. La provincia oriental es la de mayor tasa de incidencia y la de mayor transmisión de la enfermedad, señaló el director de Epidemiología del Minsap, Francisco Durán, que instó a la población a cumplir con los protocolos sanitarios y las medidas establecidas ante la compleja situación de este tercer rebrote de la pandemia en el país.
Otras provincias con más de medio centenar de nuevos contagios fueron Santiago de Cuba (68) y Cienfuegos (63), mientras que Matanzas y Ciego de Ávila reportaron de manera respectiva 46 y 37.
Tercer rebrote de COVID en Cuba
El gobierno de la isla ha responsabilizado a los ciudadanos que han viajado y regresado del exterior en estos tiempos de pandemia del tercer rebrote que padece el país desde mediados de noviembre, cuando reabrir sus aeropuertos internacionales.
Si bien no se ha decidido a emprender un nuevo cierre de fronteras, el régimen decretó la reducción del número de vuelos diarios y amenaza a los cubanos residentes en el exterior con cuantiosas multas y sanciones en caso de que incumplan con las medidas sanitarias durante su estancia en la isla.
El rebrote ha obligado a retroceder de fase epidemiológica a varias provincias y municipios, entre ellas La Habana, que, por sus características sociodemográficas, ha sido el territorio de mayor complejidad para el control de la propagación de la enfermedad viral durante la mayor parte de los últimos 10 meses y tuvo que ser regresada el pasado miércoles a la fase de transmisión autóctona limitada, la cual implica implementar medidas más rigurosas y restrictivas, entre ellas la paralización del curso escolar.