¿Cuáles son los productos en falta más buscados en Cuba?

La lista de los productos en falta más buscados en Cuba, es larga. Aunque existe una opinión media que sitúa al pollo, el aceite, la pasta dental y el detergente a la cabeza
Cola en una tienda en Cuba durante la pandemia. Foto tomada de CiberCuba
 

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La lista es larga, varía según el sitio, las necesidades y gustos. Aunque existe una opinión media que sitúa al pollo, el aceite, la pasta dental y el detergente a la cabeza.

Para Mirta Mesa, ex deportista y madre soltera, es el pollo, sin dudas, quien se lleva el mérito.

“Lo zancajeo por la ciudad y me jalo colas kilométricas tras él. Puedes comprobar lo que digo en las tiendas: la gente marca en la cola desde la noche anterior y espera el amanecer sin siquiera certeza que lo vayan a sacar”.

Turcio Galán, vecino de Las cuatro curvas, en Marianao, considera a la pasta dental como el número uno en la lista en falta.

“No me lavo la boca desde que Batista era cabo. El nasobuco me salva de la halitosis. He buscado pasta dental hasta en Internet, en vano. Y eso que existen grupos donde lo hallas todo. Debe ser un almacén, por lo menos, lo que tú necesites allí está, por supuesto, caro, pero te lo traen a la casa y te cobran un dinero adicional por la mensajería”.

“Le dije a mi esposa Nereida: con el dinero que tenemos ahorrado para los quince de Clarita vamos a pasar la cuarentena. Ella encontró en Internet la queratina, el tinte y el champú sin sal, se la hizo, ahora parece una modelo. Como no puede salir toda su lindura es mía. Estamos, ¿cómo decirte?, de plácemes”.

“Para no quedarme atrás me compré un par de tenis, marca Puma, traídos de Panamá. Me lo pongo y me siento en la sala con ella a ver la novela. Tenemos el refrigerador lleno, por Internet compramos pollo y cerdo, y por teléfono aquí en el pueblo encontramos pescado, langosta pulpo. También ropa para Clarita, claro, y cosas para el pelo, y zapatos. Si no hubiéramos contado con ese dinero estaríamos comiendo tierra”.


Para Justo Linch, retirado de la empresa mayorista de Santa Fe, el producto deficitario por excelencia en estos momentos son las gomas de bicicletas, que no las hay en toda La Habana.

“Con la falta de transporte hay que caminar largas distancias y uno ya no está para esos saltos. Me compré una bicicleta, me costó un ojo de la cara, pero con la goma trasera rota. He caminado la ciudad y he visitado todos los sitios de compra y venta en la red buscando gomas y no hay. Ni siquiera Pocholo, "El rey de la llanta", dueño de una ponchera las tiene”.

Mariela Cedeño, oficinista de una empresa de confección textil, interrupta por estos días a causa de la pandemia, dice que una lista de productos en falta en Cuba es muy fácil de hacer, pues la mayoría están en falta.

“Hace un año que no encuentro estropajo de fregar, una cosa tan sencilla. No sé desde cuando no veo un bistec, quisiera comerme uno, grande, con bastante cebollas y papas fritas, de pensarlo se me hace la boca agua. Pero solo veo en el plato croquetas… huevos cuando llegan a la bodega… y mucho picadillo de soya y masa cárnica, que de cárnica solo tiene el nombre”.

“También quisiera que al levantarme mis hijas tuvieran un vaso de leche, y otro vaso antes de dormir, y no el yogurt de soya ese que tanto detestan. Y a su pan de desayuno echarle otra cosa que no sea lo de siempre: aceite y sal. Son tantas cosas las que deseo, las que necesito, las que me gustan y no puedo disfrutarla… porque no las hay. Una lista de productos en falta en Cuba se resume con cuatro palabras: Falta todo lo esencial”.


Alillo, de la loma del tanque, consultado para este trabajo dice que muchos productos están en falta, es verdad, pero que de vez en cuando aparecen y resuelven, pero  lo que de verdad está perdido desde que comenzó la COVID-19 es la yerba.

“Ya olvidé la última vez que fumé”, dice. “Creo que a mediados de marzo, de ahí para acá solo he bajado alcohol, que es otro tipo de nota, mala, porque da por la agresividad, mientras que con la yerba hago pausa, medito, cojo la libreta y escribo los poemas y cartas. Mi mujer también le da, así que vamos juntos en el viaje. Ella cogió esta escasez con calma. Dice que va a esperar a que pase el vendaval”.

“Con la cerrazón por la pandemia se detuvo el tráfico. Todo el mundo está en baja, a golpe de alcohol puro, porque hasta “el químico”, que es la marihuana artificial, se fue del aire”.

“El recalo también cesó. Guardafrontera ha incautado en estos meses de epidemia toda la droga en el agua y a tierra no ha llegado un gramo. No creo tampoco que esa droga la quemen, nadie es loco hoy en Cuba de quemar dinero, precisamente para el gobierno ese es el producto en falta número uno y lo van a buscar como sea. Ojalá que nos las vendan a nosotros, su pueblo, que la queremos”.

 

 

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