El pasado 7 de julio ADN CUBA hizo referencia al caso de una farmacia en el municipio capitalino del Cerro ubicada en la esquina de 4ta. y 5ta. del Casino Deportivo, la cual, producto de un salidero, hacía más de cuatro meses que no tiene agua.
De lo que se trataba, era de que la situación en la que se encontraba la farmacia se debía a que un salidero de agua en su interior anegaba un apartamento contiguo, y luego de un sinnúmero de gestiones de la vecina afectada y de la administradora de dicho lugar, la Empresa Provincial de Suministros Médicos había enviado unos "plomeros" que supuestamente "resolvieron" el problema, luego de varios intentos. Pero la solución real fue dejaron al establecimiento sin agua.
La queja había sido remitida al diario estatal Juventud Rebelde, el cual se había hecho eco de ella en su columna Acuse de recibo.
Este 11 de julio el diario estatal volvió sobre el mismo tema, pero en esta ocasión presentó la respuesta de Dianelys Ondina Ávalo Fernández, directora general de la Empresa Provincial de Farmacias, quien explica que en esa entidad se creó una comisión para investigar el asunto: se entrevistó a Fernando, a la vecina afectada y a otra más, a la administradora de la farmacia y a un representante de Abastecimiento Técnico Material de la Unidad Básica de Farmacias del municipio Diez de Octubre. Y se revisaron las acciones realizadas por esta última.
La funciona señala que durante la investigación de comprobó que "desde febrero se presentó la tupición que afectó la vivienda aledaña, la cual se reparó por la Unidad Básica. Pero a los 20 días, al volver a ocurrir, se clausuró la entrada de agua solo para la farmacia, por continuar la afectación a la vecina".
Precisó que el problema se debía que las tuberías eran muy viejas, y como una solución a la falta de agua en la farmacia, se acordó entre la vecina y la Unidad Básica, buscarle una solución inmediata desde su casa, "lo que se ha ejecutado a través de una manguera desde su patio, hasta que se resuelvan los materiales que faltan".
Y así se resuelve otro problema más en La Habana. Una entidad estatal es incapaz de hacerse cargo de sus asuntos como debiera, y la solución, justificada además por una directiva, es recurrir a una manguera, y la ayuda de una vecina.
Dianelys Ondina explica que para ejecutar el trabajo pendiente se requieren recursos materiales con los que no contaba la empresa. "Esos recursos se han estado gestionando, pero todo se enlenteció por la situación epidemiológica", y añade que actualmente ya cuentan con la mayoría de los materiales para iniciar la obra.